El director gerente de la empresa, José Suárez, que ha sido el encargado de enseñar a la consejera y a la delegada Mónica Bermúdez las nuevas instalaciones, adelantó que los nuevos calados se llamarán 'Florestel', el mismo nombre que se utilizaba hace unos cincuenta años para el vino blanco moscatel con soda, y que en este caso tendrá una graduación menor, en concreto de siete grados. También lanzarán 'La Rocina', con uva variedad zalema autóctona de Huelva, y también de baja graduación así como el 'Viña Tachín', que será en este caso un blanco espumoso semidulce con uva airén.
En esta nueva etapa, la bodega Quitapenas también prevé poner en el mercado dos vinos desalcoholizados como serán el 'Axarco moscatel', de la variedad moscatel a 0,5 grados y 'Axarco Orange', que será un moscatel rosado.
Para poder realizar todos estos nuevos caldos, la bodega Quitapenas, fundada en 1880, ha tenido que acometer un ambicioso proceso de ampliación y modernización de sus instalaciones. Durante la visita esta mañana, Suárez ha enseñado a la consejera Aguilera las dos nuevas naves de 10.000 metros cuadrados en su totalidad y buena parte de la recién adquirida maquinaria que está empezando a ocupar estos espacios, entre ellos un macerador, una prensa neumática, una desalcoholizadora, un concentrador para el mosto, un filtro tangencial, una taponadora, una mesa de selección de uva, una despalilladora, una embotelladora, así como dos refrigeradores, entre otros equipos.
La consejera de Agricultura y Pesca, Clara Aguilera, ha felicitado al equipo directivo de Bodegas Quitapenas por poner en marcha estos productos espumosos malagueños que, en su opinión, «van a ser excepcionales porque en Málaga hay una uva única». «De los tradicionales, apreciados y queridos vinos malagueños –continuó– vamos a poder ofertar vinos espumosos, lo que va a ser una oferta muy interesante, que va a permitir que todos aquellos que se acercan al vino tengan estos productos tan novedosos y con una graduación más baja, y por tanto muy saludables», según subrayó Aguilera.
«Hemos tardado ocho años en pensar y poder llevar a cabo todo este proyecto, que para nosotros supone una profunda renovación y nuestra vocación de seguir mejorando la aceptación de nuestros productos en los mercados», según subrayó el gerente de la empresa, José Suárez, que durante el recorrido por la fábrica en el polígono Villarosa, estuvo acompañado de su hijo Víctor, actualmente director comercial de la empresa, y de su primo Maximino Suárez, ingeniero agrónomo y accionista de la misma.
Fuente: Diario Sur.