Nace el 18 de diciembre de 1907 en la localidad de Larráinzar, enclavada en el Valle de Ulzama, perteneciente a la Comunidad Foral de Navarra.
Es el primogénito de una saga de cinco hermanos de la Casa Perusterena. El 30 de septiembre de 1919 por la influencia familiar ingresa, en calidad de interno en el Seminario Conciliar de San Miguel de Pamplona.
Permanece durante 6 años cursando estudios de Latín, Humanidades, Retórica y Filosofía Escolástica. El acercamiento a la vida de su paisano Francisco Javier le impulsa a pertenecer a la Compañía y Jesús y decide entrar en la misma.
El 10 de agosto de 1925 inicia su viaje, llega a la Comunidad andaluza, en concreto al noviciado, San Luis Gonzaga que la Compañía tiene en El Puerto Santa María, Cádiz. Permanecerá dos años de noviciado y otros dos de juniorado. En agosto de 1929, ya próximo a los 21 años es destinado a la ciudad de Granada para realizar estudios filosóficos en la Facultad de Teología.
En mayo del 1931, con motivo a las perturbaciones sociales de la II República española, iniciada el 14 de abril, los estudiantes de Cartuja son trasladados a Oña en Burgos. El 20 de enero de 1932 el Gobierno republicano decreta la expulsión de los jesuitas, como consecuencia los estudiantes de Burgos son trasladados a la ciudad belga de Marneffe.
Desde esa ciudad es enviado para cursar estudios a distintas ciudades europeas: Londres, Bruselas y Dublín acabando en esta última sus estudios de Teología. El 31 de julio de 1935, es ordenado sacerdote en Millton Park Dublín – Eire – Durante el 1936 viaja por las ciudades europeas: Dublín, Londres, Lisboa Oporto… Es el 16 de octubre de este mismo año vuelve a España y residirá a Guardia – Pontevedra.
El día 1 de agosto de 1937, culminada la formación jesuítica, se le destina al Colegio San Estanislao de Kostka, ubicado en la Barriada de Miraflores de El Palo – Málaga – Es el comienzo de una intensa y multiforme labor sacerdotal con los alumnos del colegio y los niños de la Parroquia.
Funda cuatro ramas de Acción Católica, y sobre todo, atiende a los niños desfavorecidos del barrio. Además visita las cárceles y asiste a los soldados. Continúa su labor con dedicación especial a los niños que no pueden acceder a la formación: Las Cuevas y las Playas de El Palo.
Los atiende en los escasos metros de los salones de la Parroquia, la superficie inhóspita del cine de la familia Marín, y por último, una atarazana insalubre donde comienza el actual ICET.
El 15 de julio de 1938 es destinado a Cádiz como capellán militar. En abril de 1939 regresa a Málaga. El inicio de su proyecto será el 12 de octubre al inaugurarse oficialmente el Grupo Escolar Nuestra Señora del Carmen para los niños desprotegidos que abarrotaban las estadísticas de la ignorancia, el trabajo impropio de su edad, y la necesidad más imperiosa.
El P. Ciganda es consciente de la propuesta por la justicia, igualdad y desarrollo personal unido a su confianza personal, autonomía, responsabilidad, ilusión, esfuerzo y compromiso, y pone el horizonte en la Formación Profesional.
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El 2 de febrero de 1940, proyecta la construcción de un internado para huérfanos procedentes de padres trabajadores que han sufrido accidentes en las minas, en la construcción… El 26 de noviembre de 1940 se le autoriza el construir una Escuela para la Formación Profesional con el nombre de Instituto Católico de Estudios Técnicos (ICET).
A continuación, entre los años 45 y 46 se construye el internado para alumnos procedentes de huérfanos de minas y accidentes de trabajo. El día 23 de junio de 1946 se procede al solemne acto inaugural del internado del ICET.
En septiembre de 1946 llegan los primeros alumnos internos, que con los llegados en octubre y febrero del 47 se completan las plazas disponibles. Con ellos se garantiza el espacio de la pluralidad y diversidad, pues provienen de todas las comunidades españolas. A este ilusionado reto hay que añadir: una elección selectiva de las nuevas tecnologías del momento histórico español, la dotación de la excelencia en recursos humanos, el conocimiento de las capacidades de sus alumnos y la espiritualidad ignaciana.
El 24 de mayo de 1947 el Ministerio de Educación Nacional le convoca a la Primera Asamblea de Formación Profesional en Madrid. Con posterioridad imparte conferencias en Valladolid y la Universidad Pontificia de Comillas. En 1948 por su perfil dinámico y versátil, además de europeísta, le ofrecen visitar todas las Escuelas oficiales y privadas de FP en España.
El 1 de septiembre de 1948, la Compañía lo envía desde Málaga a Sevilla. El 12 de julio de 1950 la Compañía le encomienda la Procura de la Misión de Japón en Andalucía. En 1953 funda la Sociedad Misionera Japonesa en Andalucía. Durante este mismo año es enviado por el P. Arrupe en varias ocasiones a Japón vía Gibraltar, Marsella…En 1954 El P. Arrupe desde Sevilla lo envía a Japón con motivo a la Inauguración de la Catedral de la Paz en Hiroshima.
El 8 de octubre de 1956 es trasladado a la Residencia de Valladolid. En el mes de mayo de 1957 asiste al funeral de su padre. En agosto viaja por Europa: Francia, Suiza, Alemania y Bélgica. El destino lo llevará a las Escuelas Profesionales de la Sagrada Familia en Úbeda. Por su experiencia recibe proyectos para los centros andaluces referentes a índole educativa y social.. Lleva a cabo realizaciones en Úbeda, Linares, Andujar, Villanueva del Arzobispo, Écija, Alcalá la Real, Osuna, Las Lomás (Cádiz), Alcalá de los Gazules y en la misma capital gaditana.
En todas estas ciudades queda patente de su singular espíritu emprendedor y el buen trato con arquitectos y empresas constructoras. El 2 de agosto de 1970 se le destina a la Facultad de Teología de Granada. Allí permanecerá tres años. El 16 de agosto de 1973 llega a Huelva para organizar el COU en locales de la Residencia. Eran alumnos procedentes de las Escuelas Profesionales Madre de Dios con el propósito de elevar su nivel social y cultural a través de los estudios universitarios. En ese tiempo pasaron por sus aulas más de 400 alumnos y la estela que dejó en la ciudad de Huelva fue reconocida y admirada por todos.
El 16 de agosto de 1980, en palabras propias del mismo: « por haber cumplido los 73 años es destinado a la Residencia del Sagrado Corazón de Jesús en la ciudad de Málaga.
En marzo de 1989, los Antiguos Alumnos del ICET celebran un cálido homenaje al cumplirse el Cincuentenario de la Fundación del mismo, colocando una placa en la entrada principal. En noviembre de 1993, la Asociación de Vecinos «El Palo» y los Antiguos Alumnos le agradecen su labor mediante el reconocimiento del espacio delantero al Centro con el nombre de Plaza del P. Antonio Ciganda, S.J.
El 7 de marzo de 1994, el P. Ciganda descansa en el cementerio Parcemasa de la ciudad que le tocó al corazón como ninguna, Málaga. A modo de conclusión, el Currículum Vitae del P. Ciganda, muestra una predilección por los desfavorecidos, para ofrecer la igualdad de oportunidades que no han tenido. Podríamos decir que en las circunstancias más adversas con una carencia casi absoluta de medios, obtiene lo necesario de la nada.
Es emprendedor, innovador, e infatigable buscador, según se desprende de sus palabras: «haz lo que debas, aunque debas lo que haces». La mayor parte de sus proyectos tienen un plus que van más allá de su tiempo: el ser eminentemente sociales. Su horizonte supera la geografía localista, pues practica el europeismo, la pluralidad y la diversidad, siempre teniendo en cuenta las capacidades individuales de cada uno para exigirle la excelencia en lo académico y personal, con una fuerte dimensión a la solidaridad que reconoce la trascendencia como dimensión humana. Y sobre todo, en una formación en valores como la responsabilidad, el esfuerzo, el respeto, la libertad y la dignidad humana, entre otros.
Otro rasgo importante de su obra es el compromiso con el entorno. La exigencia de la España de su momento exige, más que nunca, ser un instrumento de transformación importante. La asignatura pendiente era la modernización de la sociedad española, retrasada durante décadas respecto a Europa. Este elemento dinamizador pasaba ineludiblemente por una buena educación para todos, no sólo para los poderosos