La intención de los responsables del área de Deportes del Consistorio es hacer ver a cada uno de los clubes que pueden llegar a ser autosuficientes con una mejor gestión de lo que ingresan por entradas para los partidos o consumiciones en el bar, entre otras cuestiones. Sin embargo, la posición de los responsables de estas entidades deportivas es bastante diferente. Manuel Díaz, presidente del Atlético Juval, que gestiona el campo situado a espaldas de las escuelas del Ave María, aseguró que el 90% de lo que recaudan en la taquilla se lo llevan los permisos y costes que exige la Federación de Fútbol, entre los que se encuentran el pago de árbitros, multas, etcétera. «Nos parece bien que el Ayuntamiento quiera ahorrar, pero no puede cargar el peso de ese ahorro sobre unos clubes que estamos haciendo una labor social que no se reconoce», insistió.
«Les doy las llaves»
Mucho más tajante se mostró Fernando Muñoz, presidente del club 26 de Febrero, enclavado en el distrito de Palma-Palmilla. «Si van a adoptar esa medida, les doy las llaves», aseveró. Este club, más modesto, no ingresa las cuotas que tendrían que pagar los 280 niños que juegan en su campo. No se las reclaman por las especiales condiciones de la zona de la ciudad en la que se enclava. «Salimos adelante con rifas y poniendo dinero de nuestro bolsillo», aseguró Muñoz, quien añadió que correr además con los gastos de luz y agua sería imposible. «A ver si es más rentable para el Ayuntamiento tener a trescientos niños en la calle. Aquí, el que no va al colegio, no juega luego al fútbol», explicó.
José Benítez, presidente del Malaka, también está dispuesto a hacerle entrega al Consistorio de las llaves del campo. «Estamos hablando de veinte clubes que están haciendo una labor social con más de seis mil niños de Málaga, ¿cuánto dinero le costaría eso al Ayuntamiento?», expuso Benítez, cuyo club ofrece la posibilidad de practicar deporte a unos seiscientos chavales. Por su parte, Gregorio Mesa, presidente del San Andrés, dijo que los clubes «se echarán a la calle» para protestar por esta medida ya que, a su juicio, terminaría con el fútbol-base en Málaga.
El concejal de Deportes no considera que el asunto tenga unas consecuencias tan severas. Caneda explicó que existe un «mal concepto» de inicio porque los clubes tienen que correr con todos los gastos de bienes que son públicos. No obstante, apuntó que podría ofrecerse una ayuda a la práctica deportiva de 18.000 euros como máximo por campo, pero no más de ese dinero. Y es que aseguró que hay casos en los que las facturas de Endesa y Emasa que llegan al Ayuntamiento superan con creces esa cantidad, estipulada como límite en las cesiones