Como viene ocurriendo desde hace unos años, la edición de 2012 ha tenido lugar en la Plaza de la Constitución, un escenario mucho más bello, con el pórtico de la Iglesia de Santiago al fondo, que gracias a la cercanía del enclave propicia una asistencia masiva. Un sonido y unas luces de primera y una organización bien engrasada fueron los complementos ideales para que se consiguiera un hermoso espectáculo, dinámico y ágil, que a lo largo de sus tres horas dejó al respetable más que satisfecho. El festival ideal.
Otra costumbre impuesta por la organización, que se viene repitiendo en ediciones anteriores, es la de programar el festival con artistas venidos de fuera y otros de Málaga; una decisión acertada sin duda, por cuanto se demuestra que si los artistas más conocidos son sinónimo de éxito cuando responden a las expectativas creadas, también se les da sitio a los profesionales de la tierra. En este sentido, hemos de decir que ha sido uno de los mejores festivales de las últimas ediciones. Y así me lo confirmaban satisfechos tanto el Alcalde, Francisco Sánchez Agüera, como la Concejala de Cultura, María Fernández, parte del nuevo equipo de gobierno municipal que ha diseñado una nueva política cultural, gestionada con austeridad pero llena de contenido donde lo popular se mezcla con propuestas imaginativas que tienen su hora a lo largo del verano y continuidad en el tiempo.
Andi Gómez nos ofreció su cante ingenuo y entregado con la guitarra de Paco Javier Jimeno. El joven aficionado local, que tiene maneras de viejo aunque sea un niño, se arrancó con los fandangos abandolaos de la tierra algo inseguro pero con tantas ganas que conectó con el púbico a la primera. Luego interpretó unos tangos y se despidió con una serie de fandangos que fueron de Huelva a El Carbonerillo no sin antes recordar a Vallejo. Su afición desmedida sólo merece nuestro más encendido aplauso y el ánimo para que siga estudiando el cante.
Ana María Fargas Muñoz, Ana Fargas, nació en Algeciras, Cádiz, aunque vive en Estepona desde hace muchos años, donde nacen sus dos vocaciones, el flamenco y el teatro. Ha realizado el curso de cante de la Escuela de Arte Flamenco de Estepona para el fomento de la Cultura Andaluza y el curso en la Escuela Superior de Arte Dramático de la Universidad de Málaga. Sus inicios comienzan a las nueve años formando parte del grupo artístico de la Ópera Flamenca “Xeb-Alhamar Su Voz” como cantaora e intérprete, con la que ha recorrido diferentes lugares por todo el territorio nacional. Con el Instituto Cervantes, y a través del Festival del Cante de las Minas, ha realizado la gira internacional con el espectáculo “NOVÍSSIMO” en lugares como Dublín, Leed, París, Londres, Estambul, Marruecos… compartiendo escenario con diversos artistas como Rocío Bazán, Bonela Hijo y David Morales. Ha sido componente artístico como solista de la obra “Sueños de Libertad” del autor Manuel Sánchez Bracho, dirigido musicalmente por el guitarrista Paco Javier Jimeno, estrenada en el “Primer encuentro Internacional de Peñas Flamencas” en Estepona y representada posteriormente en el Festival Internacional del Cante de Las Minas (La Unión, Murcia). Es vocalista del grupo instrumental de flamenco “CAÑADÚ” donde ha realizado conciertos por toda la geografía española. También forma parte del grupo municipal de teatro del Excelentísimo Ayuntamiento de Estepona. Obtuvo el Primer premio de Cantes Festeros y Compás del Festival de Calasparra (Murcia). Ha participado en diferentes espectáculos navideños como “Navidad Flamenca”, “Retablo Flamenco” y “Navidad Suena a Mujer” y en diferentes intercambios de peñas flamencas de toda Andalucía. Otra de sus colaboraciones ha sido con el grupo sevillano “SON DEL SOL”. De la mano de su hermano, el percusionista Chico Fargas, ha conocido la música instrumental de diversos estilos. Ha colaborado con la Orquesta Sinfónica de Málaga donde intervino como autora de la letra de una pieza de Piazzola y Camarón con el grupo Che-Camerata; con este último grupo también colaboró en la presentación del disco “Saluda”. De su larga lista de actuaciones podemos destacar otras participaciones como en el concierto de cante en el “XVIII Festival Internacional de guitarra de Fribourg”, en el estreno del espectáculo “Abrazados” en el Festival de Jimena de la Frontera, en el recital de cante flamenco de la peña flamenca “La Tertulia” de Ceuta, en el “XXV Festival Flamenco” de la Estación de Jimena, en el concierto de guitarra y cante del “XIV Festival de Flamenco San Pedro del Pinatar (homenaje a Camarón de la Isla), en el “X Festival de Jerez 2006” y en el “LIV Festival Internacional de música y danza de Granada”. Ha compartido cartel con diversos artistas entre los que destacan Cancanilla de Marbella, David Lago, Chano Lobato y Luis el Zambo entre otros. De Paco Javier Jimenosobran los elogios pues, pese a su juventud, atesora un palmarés del que muy pocos pueden presumir. Es uno de los guitarristas flamencos más premiados de la actualidad: en sus vitrinas tiene tres de los premios más importante que reconocen a un gran guitarrista: el “Bordón Minero” (Festival del Cante de las Minas de La Unión) el Premio Manolo deHuelva (Concurso Nacional de Arte Flamencode Córdoba) y el deJóvenes Intérpretes (Bienal de Flamenco deSevilla). Es un guitarrista espectacular, con una técnica depurada que pone al servicio de los artistas que acompaña. La noche de la actuación estuvo en maestro llevando en volandas la voz dramatizada de Ana María Fargas.
Ana María Fargas ha ganado mucho como cantaora y está consiguiendo unas formas propias y una estética que basa en la expresión y en su emocionante capacidad de transmisión, que hacen de ella una artista con personalidad distinguible pues bebiendo en las mejores fuentes va consolidando una desenvoltura flamenca que la hace ser distinta a las demás. Y es que, como sostenía el maestro Juan Valderrama, hay que tener sello propio aunque sea de Correos. Hoy la cosa está difícil, pero cantar personal ayuda a ser reconocida antes. Ana María Fargas va camino de ese exitoso objetivo. Su juventud la aboca al estudio permanente. Y su ambición y su talento la debieran conducir al triunfo, que de seguir así no tardará en llegar.
Como una ola flamenca, bravía y sensual, llegó. Y como una ola, dramática y dulce, se despidió la cantaora Ana María Fargas acompañada por el guitarrista con el que forma pareja artística desde hace años, casi los mismos que son pareja sentimental. Fue una magnífica actuación de cante y de toque, colmando las ansias flamencas del respetable que llenó la plaza y que agradeció puesto en pie la intachable actuación de la pareja de jóvenes artistas que en la actualidad viven en Estepona.
La joven cantaora ejecutó cinco cantes: granaínas (de la que es autora de los textos literarios) de la escuela de Chacón, alegrías con aportes personales, malagueñas con un valiente remate por jabegote (cante poco interpretado por su dificultad), fandangos al compás de bulerías por soleá a la antigua usanza, bulerías y cuplé por bulerías. Fue el broche de oro a un extraordinario recital. Todos los cantes fueron hechos con entrega y muchas ganas, afinados, con conocimiento, variedad estilística y gusto. Su innegable vocación de actriz propicia la mejor interpretación de los cantes, pues lejos de ser una dificultad es un mérito añadido, ya que hay veces en que el cante se transforma en su cara y en sus gestos, que parece como si nos quisiera hablar directo al corazón. Y como no hay palabra hablada sino cantada, pues el grito lo convierte en mensaje para provocar la emoción de quienes la escuchamos.
Lucía Álvarez “La Piñona” nació el día 4 de octubre de 1985 en Jimena de la Frontera (Cádiz). A los nueve años, empezó su aprendizaje bailando en la academia de David Morales en la Línea de la Concepción. Tras cinco años de estudio, se fue a Algeciras a estudiar con la bailaora Silvia Rodríguez y posteriormente se trasladó a Granada donde estudió en la escuela “Carmen de las Cuevas”. Un año después decide afincarse en Sevilla, donde hoy reside, para estudiar en la Fundación de Arte Flamenco Cristina Heeren con maestros como Milagros Mengíbar, Rafael Campallo o Carmen Ledesma. Durante dos años es becada por dicha fundación, ejerciendo de monitora. A su vez se sigue formando paralelamente con varios maestros como son Andrés Peña, Eva Yerbabuena, Rubén Olmo o Andrés Marín.
El obligado paso por los concursos la lleva a ganar el Premio Desplante del Festival Internación del Cante de la Minas de La Unión en 2011. Aunque antes ya había obtenido primeros premios en el concurso “Aniya la Gitana” de Ronda y en el Certamen para Jóvenes de la Federación de Entidades Flamencas de Sevilla.
Asimismo, comparte su tiempo artístico entre los tablaos ("El Arenal" y "Los Gallos"), "El museo del baile Cristina Hoyos" y "Auditorio Álvarez Quintero" de Sevilla y sus actuaciones en festivales y peñas, destacando su debut en el último Festival de Jerez, con gran aceptación de público y crítica, sus dos giras por Kenia, dos veces en Holanda, la fiesta privada para la Duquesa de York y el Príncipe Andrés de Inglaterra, su actuación en el Encuentro Flamenco del Castillo de Castellar, donde comparte cartel con La Susi, Guadiana y José de la Tomasa, o sus actuaciones en la Peña Flamenca Torres Macarena de Sevilla de la mano de Carmen Ledesma y en la sala Joaquín Turina (Fundación El Monte) en la que estuvo actuando con Carmen Ledesma y compartiendo cartel con Aurora Vargas. En Junio de 2011, participó en el Primer Festival Flamenco de Tokyo, compartiendo cartel y teatro con artistas como Farruquito, La Moneta, Olga Pericet o Enrique El Extremeño. Formando parte de la compañía de Felipe Mato, estrena en 2009 "Calle Sierpes", en el Festival Flamenco de Mont de Marsan, Festival Flamenco de Dusseldorf 2010 y recientemente en Saint Tropez, Francia. Ha realizado el circuito flamenco de la Diputación de Sevilla en los años 2009 y 2010, así como los circuitos de Peñas de Guardia de la Federación de Peñas de Sevilla en los años 2008 y 2009. Ha hecho varias giras en el extranjero en sitios como Ecuador, San Petersburgo, Indonesia, El Líbano, Londres, Holanda, Bélgica o Kenya. En esta última hace una colaboración con la Garden Ópera de Londres dentro del espectáculo "Carmen". En fin, es necesario acabar este perfil artístico con la alusión a sus colaboraciones de pies para los discos "Cuando Lebrijano canta, se moja el agua" de Juan Peña "El Lebrijano" y para "Rosa de los vientos", del guitarrista catalán Juan Ramón Caro.
En el Festival Flamenco “Villa de Monda” estuvo acompañada del cante de Moi de Morón y Trini de La Isla y la guitarra de Miguel Pérez. Pese a las dificultades que le presentaba el escenario, empezó bailando por alegrías con bata de cola. La blanca palidez del vestido se transformó en un soñado rojo pasión de baile flamenco, hecho para lucirse y emocionar. Su delgada figura se alargaba hasta el cielo, como queriendo tocar con sus manos como palomas la torre de la iglesia cuyo reloj marcaba el compás que le imprimía el magnífico cuadro de atrás. Fue un baile hecho a la manera clásica, sin estridencias ni raros saltitos o extraños desplantes. Fueron unas alegrías como se bailan en Cádiz y en cualquier parte del mundo donde sepan lo que es bailar flamenco.
Se bajó a cambiarse de vestido, dejó a Moi de Morón y Trini de la Isla cantar por tonás. Cantaron por derecho sin aliviarse. El público lo agradeció con olés y aplausos. Salió de nuevo, vestida de azabache y pena. Bailó por seguiriyas y nos emocionó. Qué gran bailaora.
Tomasa Guerrero Carrasco, “La Macanita”, nombre artístico heredado del apodo paterno, nació en Jerez de la Frontera en 1968. Sus primeras actuaciones estuvieron ligadas al grupo “España-Jerez”, compuesto por niños, bajo la dirección del guitarrista Manuel Morao. Formó parte del Coro de la Cátedra de Flamencología y su primer recital tuvo lugar en el Hotel Jerez en 1983, acompañada a la guitarra por Ramón Trujillo. En 1985, en compañía de Juan Moneo “El Torta”, El Capullo de Jerez, el bailaor Ramírez y el guitarrista Moraíto Chico, siempre en la memoria, actuó en los tablaos madrileños “Los Canasteros” y “Zambra”. Después de una gira por varios países participa en “Tauromagia”, el mejor disco de Manolo Sanlúcar, en el que dejó su impronta de cantaora grande siendo tan joven. En 1988 se incorpora a la compañía “Manuel Morao y los Gitanos de Jerez”, debutando con el montaje “Flamenco, esa forma de vivir”. En 1989 graba “A la luna nueva” (Twins Records), su primer disco en solitario. En 1992 actúa en el espectáculo “Arco de Santiago”, que fue representado en el Pabellón de Andalucía de la Exposición Universal de Sevilla, y graba el disco “Con el alma” (Audivis-Ethnic). En la VIII Bienal de Flamenco participa en el espectáculo “100 Años de Cante”. Junto a Moraíto, actúa en el espectáculo “Lo que es Jerez” y canta en la película “Flamenco”, dirigida por Carlos Saura. Su obra “Jerez – Xerez – Sherry”, grabada con el productor Ricardo Pachón, el mismo de su último trabajo, cuenta con la colaboración, entre otros, de Diego Carrasco, Moraíto Chico, el también desparecido Manuel Soler y el pianista Rafael Garcés. Tras un tiempo sin pisar el estudio de grabación, nos presentó un nuevo trabajo titulado “Sólo por eso” y más reciente en el tiempo el disco colectivo “Mujerez”, junto a Juana la del Pipa y Dolores “Agujetas” que ha significado un hito en la discografía flamenca de los últimos tiempos.
Hoy está considerada como una de las voces flamencas más representativas del cante jerezano, con permanentes homenajes que rinde a Francisca Méndez “La Paquera de Jerez”, y heredera de la estética cantaora de Fernanda de Utrera. Tomasa Guerrero Carrasco, “La Macanita”, es famosa por su trayectoria profesional desde muy joven y por su concepto propio del cante jerezano. Su versatilidad, ya demostrada en anteriores actuaciones en solitario, la deja patente en la variedad de sus cantes.
Con la guitarra de Manuel Valencia y las palmas de Manuel Salado y Macano cantó tientos y tangos, con un perfecto dominio del compás, una larga serie de soleares que provocaron la exclamación sentida de un buen número de aficionados: su ortodoxia en la interpretación de los estilos, su expresión tan apropiada para este tipo de cantes y su entrega fueron garantes de su cante único. Luego haría la malagueña-granaína de Manuel Torre para encontrarse con Enrique “El Mellizo”. Y para rematar la faena, se olvidó de todo para reencontrarse con su tierra jerezana, quizá porque es en ella donde encuentra la fuerza que la hace ser una de las grandes voces flamencas de la actualidad. Cantó las bulerías: entregada, agustito, flamenca bailando y cantando. Artista.
El público quería más. Y más hubo: una fiesta final por bulerías en la que todos cantaron y bailaron hasta que el reloj que marca las horas señaló las dos. Lo que decíamos al principio: el festival ideal.