No será en todas las calles, pero sí en las que actualmente presentan un peor estado a juicio de los responsables de las once juntas de distrito. Por ello, los trabajos no consistirán en un simple baldeo con agua -en muchos puntos ya resulta insuficiente-, sino que para esta limpieza a fondo se utilizarán detergentes o cualquier otro producto que permita dejar la solería como una patena.
Cada día, los operarios que habitualmente realizan esta tarea por toda la ciudad se concentrarán en uno o dos distritos, dependiendo de las necesidades, de forma que llegarán en plan desembarco con máquinas hidrolimpiadoras para eliminar las manchas más difíciles que, mayoritariamente, son consecuencia de las sustancias pegajosas que desprenden los árboles, la micción de perros y los restos de las bolsas de basura que se dejan fuera de los contenedores. Tras este primer equipo, una cuadrilla de operarios se encargará de baldear el acerado.
Según afirmaron ayer desde el Área de Medio Ambiente, la previsión es que los trabajos se prolonguen durante dos o tres semanas, ya que aunque se ha establecido un itinerario para cada zona, se va a ser flexible para satisfacer las demandas de los vecinos. En cuanto al momento de desplegar este dispositivo y su coincidencia con las críticas de la semana pasada lanzadas por el PSOE, recordaron que una actuación similar ya se llevó a cabo a comienzos de año y explicaron que si se hace ahora es porque la plantilla de Limasa ya está al completo tras las vacaciones estivales.
Casi al mismo tiempo en el que el Consistorio anunciaba este plan de choque, los socialistas reclamaban la realización de una auditoría sobre la gestión de Limasa «con el fin de que se ponga fin a uno de los problemas endémicos de esta ciudad». «Atribuir que el problema de limpieza responde fundamentalmente a la actitud incívica de los ciudadanos y a la falta de lluvia es una broma de mal gusto, porque el principal motivo es la mala gestión de los recursos existentes», afirmó su portavoz, María Gámez, quien volvió a referirse a las diferencias entre la limpieza en el Centro y el resto de barriadas. «Mientras en el Centro hay 197 operarios, otros distritos con mayor número de residentes tienen muchos menos: Carretera de Cádiz cuenta con 135 y Ciudad Jardín, sólo con 47», sentenció
LAS CALLES
Centro. Cuervo, Carrera de Capuchinos, Altozano, Cauce, Lagunillas y adyacentes, además de en el sector comprendido entre Gutemberg y General Torrijos.
Este. Avenida de la Estación, Carrillo de Albornoz, Castañer y Víchez, Miguel Moya y Visconti.
Ciudad Jardín. Francisco López López, Jerez Perchet y avenidas de las Postas, Nuestra Señora de las Guías y Cibeles
Bailén-Miraflores. Velarde, Martínez de la Rosa, Camino de Suárez, zona de Echevarría-Gamarra y travesía de la Sultana.
Palma-Palmilla. Joaquín Pizarro y Despistal, bulevar María de los Ángeles Arroyo Castro, Doctor Marañón, avenida de la Palmilla y Paseo de Martiricos.
Cruz del Humilladero. La Unión, Santa Marte, Juan XXIII y Camino de San Rafael.
Carretera de Cádiz. Héroe Sostoa, Tomás Echevarría, Orfila, Manuel Altolaguirre, Juan Sebastian Bach, Gregorio Diego y La Luz.
Churriana. San Javier y Maestro Vert.
Campanillas. Romerito, Castañetas, Chaparral, Generación y Fedra.
Pto. Torre. Soliva, Rosa García Ascot, Andersen y avenidas Lope de Rueda y Lope de Vega.
Teatinos-Universidad. Manuel Rivadeneyra y adyacentes, Esquilo, Sófocles, Solón y Nuzas