Apremiado, por un lado, por las dificultades económicas y la necesidad de obtener recursos por la vía de la recaudación y, de otro, por la obligación política de no gravar más las economías familiares muy dañadas por otras subidas impositivas, ha optado por una vía intermedia. Sube de manera moderada el IBI (hasta un 2,9%) que es el impuesto que más dinero recauda; también el IAE (+2,2%) y de manera más fuerte el precio del autobús (+4,8%), la grúa (+10%) y el IBI para grandes edificios e infraestructuras (+10%).
A cambio congelará el resto de impuestos, precios y tasas públicas, según el proyecto de ordenanzas fiscales presentado ayer por la concejala de Economía, María del Mar Martín Rojo y el portavoz popular, Diego Maldonado. Con ello el Ayuntamiento aspira a «mantener» el nivel de recaudación por tributos de este año que está en torno a los 250 millones de euros.
Martín Rojo resaltó el esfuerzo que hace el Ayuntamiento en beneficios fiscales, lo que ha permitido que desde 2009 las arcas municipales dejaran de ingresar unos 150 millones de euros.
De esta forma se mantienen las bonificaciones contempladas en las ordenanzas fiscales para 2013 en relación al IBI y otros impuestos. En el caso del IBI la más importante es la aplicada a familias numerosas o las bonificaciones del 15% por la instalación de sistemas de aprovechamiento térmico o eléctrico siempre que no sean obligatorios.
Asimismo, se mejoran las bonificaciones por contratación de empleo estable y se continúa con las establecidas para los que tengan planes de transporte colectivo en empresas para sus trabajadores. De este modo, y según el nivel de empleo estable conseguido, se aumenta hasta en 10 puntos la bonificación en el impuesto, pasando del 15 al 25 por ciento en el primer tramo y del 25 al 35 por ciento en el segundo.
En torno al principal impuesto, el IBI, el Ayuntamiento ha hecho encaje de bolillos. Obligado a aplicar la revisión catastral que se había venido aplazando los cuatro últimos años, la solución adoptada para que esto no supusiera una fortísima subida ha sido la de reducir el tipo impositivo en un 35,1% pasando de un 0,69 actual a un 0,45. De esta manera la subida será de un 2,2% para las viviendas con un valor catastral inferior a los 72.120 euros, que suman unas 120.000 casas, y de un 2,9% para el resto de viviendas, que suponen 257.000 inmuebles.
Para los grandes edificios, que suman unos 4.400, la subida del IBI estará en torno al 10%. Se trata de edificios suntuosos, religiosos, culturales o deportivos, almacenes, naves industriales, locales de espectáculos o sanitarios y grandes infraestructuras como puerto, o aeropuerto. El Impuesto de Actividades Económicas, (IAE), que afecta sólo a las empresas que tienen una cifra de negocios superior al millón de euros, subirá en un 2,2% .
Pero la gran subida se produce para 2013 en los billetes de la EMT, ya que el aumento medio del viaje en autobus será del 4,8%, que es alta si se tiene en cuenta que este año ya subió en la mayoría de los billetes y tarjetas. El Ayuntamiento la justifica en el crecimiento constante del precio del carburante que está gravando la economía de la EMT.
La otra gran subida se establece en la grúa, cuyo precio subirá en 2013 un 10%, a pesar de que también ha subido este año en un 3,2%. El equipo de gobierno considera que su precio está muy por debajo del de la mayoría de capitales y es necesario actualizarlo. A su vez en Parcemasa, el Ayuntamiento mantendrá congeladas sus tarifas pero repercutirá la subida del IVA del 8 al 21%.
Las novedades para 2013 son la implantación de dos nuevas tasas, la que califica las viviendas protegidas de VPO, que deberá abonar la empresa promotora y la tasa por determinados servicios que presta la Policía Local en relación a organización de eventos, escolta de grandes vehículos y realización de documentos de atestados.
El objetivo, según explicó la concejala María del Mar Martín Rojo, «es facilitar una contribución fiscal asequible, con cuotas muy por debajo de otras ciudades, favoreciendo a los colectivos con menos recursos mediante ayudas y bonificaciones, cuidando al máximo las economías de las familias y empresas malagueñas, al tiempo que seguir garantizando los servicios públicos de calidad que demandan los ciudadanos».
Por su parte, el portavoz, Diego Maldonado, explicó que las ordenanzas fiscales dibujan el escenario de la moderación fiscal que «viene aplicando el Ayuntamiento desde antes de la crisis, dirigida a fomentar el empleo y a permitir recursos suficientes a las familias y empresas malagueñas».