Cómo hemos cambiado

El 4 de diciembre de 1977 millones de andaluces salieron a las calles para reclamar el autogobierno y tres años después, el 28 de febrero de 1980, los andaluces decían sí a la autonomía en un histórico referéndum. Aquella Andalucía era muy distinta a la actual. De entonces acá la mayoría de los parámetros que miden el bienestar material de una sociedad han mejorado de manera sustancial, en bastantes casos poniéndose incluso por delante de otros territorios de España. Las mejoras en número y calidad de escuelas, hospitales, autovías o bibliotecas han hecho de la andaluza una sociedad que disfruta no sólo de mayor bienestar, sino también de índices de igualdad muchísimo más elevados que treinta años atrás.

Pérez Yruela: "Andalucía ha dejado atrás una situación de atraso, subdesarrollo y singularidad cultural" Manuel Pérez Yruela, reputado sociólogo e investigador del Instituto de Estudios Sociales Avanzados (IEESA/CSIC), resumía así el cambio de estos años: "Andalucía ha dejado definitivamente atrás una situación de atraso, subdesarrollo y singularidad cultural (…) Ha dejado de ser diferente para convertirse en una región que se parece a la mayor parte de las otras regiones españolas y europeas de su entorno". Pérez Yruela recordaba también qué piensan los andaluces al respecto: "Un 53% de andaluces opina que, en efecto, se han producido muchos avances, pero un 83% piensa que aún quedan muchos por hacer".

En cualquier caso, el desempleo sigue siendo la gran derrota de la sociedad andaluza y de sus dirigentes políticos, que han visto cómo sólo en los periodos de bonanza económica se recortaban las tasas de desempleo con respecto a la media española, para volver a distanciarse de nuevo en las épocas de recesión, como la actual. El balance sigue siendo desalentador.

Es cierto que en estas tres décadas y media se ha reducido drásticamente el porcentaje de población agraria, pero su peso sigue siendo muy superior al de la media española y la economía andaluza no ha sido capaz de absorber esos excedentes, ni tampoco de encontrar salidas laborales para la población jornalera con un severo problema de paro estacional. No obstante, a esas dificultades para rebajar significativamente las tasas de paro no es ajeno el hecho de que el incremento de la población en edad de trabajar ha sido en Andalucía muy superior a la media española: entre 1980 y 2009 la población activa en Andalucía creció en un 95%, mientras que la media española lo hizo en un 70,9%.

Pese a los avances registrados, la industrialización sigue siendo una asignatura pendiente Pese a los avances registrados y a los millonarios incentivos con ventajas fiscales y ayudas públicas directas, la industrialización sigue siendo una asignatura pendiente. El catedrático de Historia e Instituciones Económicas de la Universidad de Málaga Antonio Parejo hace, en uno de sus trabajos, este diagnóstico que también es un resumen: "Es cierto que Andalucía dispone de una economía más abierta, más competitiva y tecnológicamente más avanzada ahora que hace treinta años. Pero el salto ha resultado insuficiente para alejarla de las últimas posiciones de un listado de las regiones más industrializadas, y especialmente de aquellas que han apostado por las ramas manufactureras de complejidad tecnológica media y alta que además emplean elevados porcentajes de capital humano".

La radiografía demográfica de la comunidad es esta: a finales de los setenta Andalucía contaba con 6.441.150 habitantes, una población que ha aumentado hasta llegar a los 8.424.102 habitantes de 2011, lo que supone un 17,85% del total de la población de España, un 0,15% más que en 1980. Una población que ha aumentado, y también envejecido. Los menos de 15 años suponen ahora un 16,3% de la población, frente al 28,84 de 1981, según datos del Instituto Andaluz de Estadística.

Sanidad, protección social y educación

La Andalucía de 1980 contaba con 233 centros de salud, que han aumentado los 1.514 de la actualidad. A día de hoy, la atención sanitaria se lleva a cabo en esos 1.514 centros de salud y en 01104 hospitales.

Y si en 1980 la tasa de moralidad infantil se situaba en un 13,11%, esta se sitúa ahora en un 3,77. Los andaluces han visto cómo su esperanza de vida ha aumentado en seis años, siendo de 77,2 años para los hombres y 83,3 para las mujeres. Ambos sexos han aumentado por igual su esperanza de vida.

En 1980, un 15% de los andaluces, 601.717 personas, no sabía ni leer ni escribir. La tasa de analfabetismo se ha ido reduciendo, hasta quedarse en un 4,01% sobre el total de la población andaluza.

También se ha reducido la brecha abismal que existía entre la población analfabeta masculina y la femenina. En 1980 nueve de cada cien hombres no sabía leer ni escribir, frente a casi 22 mujeres de cada cien. A día de hoy la diferencia no se ha eliminado, pero sí se ha reducido; un 2,71% de los hombres son analfabetos, frente a un 5,27% de mujeres.

La igualdad entre hombres y mujeres no solo se va reduciendo, también desaparece, al menos en el porcentaje de mujeres con estudios superiores, que alcanza hoy un porcentaje del 20,56%, algo superior al de los hombres, que se sitúa en un 20,30%. En 1980 eran cuatro veces inferiores, con un 5,33% de hombres y un 3,21% de mujeres con estudios superiores.

89.556 alumnos y alumnas se matricularon en 1980 entre las cinco universidades andaluzas que existía. Hoy existen en Andalucía nueve universidades y 233.802 alumnos matriculados.

Los andaluces disponen hoy de 822 bibliotecas, 534 más que hace 32 años.

Familia, cohesión territorial y medio ambiente

Hace 32 años el parque automovilístico de Andalucía era de 838.116 turismos, que disponían de 75 kilómetros de autovías. Hoy, los 3.755.645 turismos pueden recorrer 2.194 kilómetros por autovías y autopistas.

Andalucía ha aumentado sus coches y el espacio para ellos, aunque ha reducido los kilómetros de líneas de ferrocarriles, que en 30 años han pasado de 1.057 kilómetros a 960.

Más coches, menos kilómetros de vía de tren electrificada, pero también hectáreas de espacios naturales protegidos, que ocupan hoy una superficie de 1.701,721 hectáreas, frente a las 320.325 de 1980.

En estos últimos 30 años también han cambiado los hogares andaluces, que han reducido su número de miembros, pasando de 3,8 a 2,8 de media. También ha aumentado considerablemente el número de hogares unipersonales, que han pasado de 114.000 a 497.00.

En 1980 las mujeres se casaban, de media, con poco más de 26 años y los hombres recién cumplidos los 24. Ahora, además de que el matrimonio se ha ampliado a personas del mismo sexo, las uniones se producen cuando se llega a los 30 años.

Otro dato significativo es el de los hijos que nacen fueran del matrimonio. En 1980 apenas suponía un 3% de los nacimientos. Hoy, ya son algo más de 30 de cada cien.

Si hace 30 años una familia quería adquirir una vivienda se enfrentaba a un precio medio del metro cuadrado a 276,3 euros. Hoy es de 1.489,7 euros, lo que supone un aumento del 7%.

Mercado laboral

En 1980 la tasa de paro en Andalucía se situaba en un 17,41%. Tres décadas después, la situación es desalentadora y un 35% de paro sitúa a Andalucía a la cabeza del país en desempleo, superando en diez puntos la media nacional. Paralelamente, la tasa de actividad entre las andaluzas se ha triplicado en estas últimas décadas, pasando del 20,22% al 50,51. Tampoco se ha mejorado en relación a los accidentes laborales en términos absolutos, aunque hoy el número de trabajadores es muy superior al de principios de los 80. En 1980 se produjeron 90.477 accidentes en jornada laboral que causaron baja. En 2010 fueron 93.550.

En 1980 Andalucía aportaba al Producto Interior Bruto de España un 12,79%. En 2010 el peso andaluz en el PIB nacional era solo un punto mayor al de hace 32 años, 13,66.

FUENTES: Instituto Nacional de Estadística. Ministerio de Trabajo e Inmigración