Medio centenar de restaurantes del litoral Este están afectados por un plan aprobado ayer por el Ayuntamiento de Málaga, consensuado con los empresarios y vecinos, para ordenar el actual caos de ambos paseos marítimos. De hecho, el objetivo es permitir que los peatones tengan espacio suficiente para pasear y las terrazas de los restaurantes puedan explotarse dentro de unos límites.
La delegada municipal de Promoción Empresarial, Esther Molina, destacó que el plan aprobado ayer busca «proteger a los empresarios, favoreciendo la máxima ocupación de la acera posible pero respetando el derecho de paso de los vecinos». Para ello, el plan establece un pasillo libre en el paseo con una anchura mínima de 2,80 metros, lo que obligará «a algunos restaurantes a quedarse sólo con una hilera de mesas», explicó Molina.
La concejala del Distrito Este, Carmen Casero, reconoció el esfuerzo municipal «para llegar a un punto intermedio para compatibilizar el tránsito peatonal y la actividad hostelera».
El plan puesto en marcha por el Ayuntamiento afecta únicamente a los paseos marítimos de Pedregalejo y El Palo, uno de los puntos más conflictivos por la ocupación de terrazas. No hay que olvidar que el área de Vía Pública tiene en trámite 122 expedientes con apercibimiento a los locales de esta zona.
La aprobación de este plan permitirá regularizar la situación y ofrecer «seguridad jurídica» a los restaurantes, como reconoce Ramón Berzosa, representante de los empresarios de Pedregalejo. «Ahora sabremos cuánto podemos ocupar y cuánto nos costará, porque la incertidumbre anterior era muy mala».
Entre las exigencias recogidas en el decreto municipal se encuentra esa obligatoriedad de dejar un pasillo libre para el paso de personas. Además, exige que las plazas y las rotondas estén libres de mesas y sillas de los restaurantes, lo que afectará a varios negocios que ocupan estos espacios, como ocurre en el entorno de la desembocadura de la calle Varadero o en la plaza del Ancla, entre otras.
Para el caso concreto de El Palo, se ha establecido una peculiaridad, ya que los restaurantes tendrán que pedir permiso para situar mesas y sillas entre los alcorques de los árboles, como ocurre en la actualidad, cruzando la carretera.
El Ayuntamiento, a cambio, deja abierta la posibilidad de que las terrazas se extiendan a lo largo, ocupando parte de la fachada de la vivienda anexa, siempre que presenten una autorización por escrito del propietario de la vivienda.
Estos límites cambiarán una parte del actual paisaje de Pedregalejo y El Palo. Por un lado, las plazas y las rotondas se quedarán liberadas de la ocupación masiva de las terrazas. Pero también se prohibirá la colocación de mesas y sillas de los restaurantes en la arena y se tendrán que reducir algunas de las actuales terrazas.
El ejemplo más claro se podrá observar en el Paseo del Pedregal, que en el tramo con más actividad comercial tiene unos 4 metros de ancho. Al dejar el pasillo libre de 2,80 metros para el paso de peatones, entre el murete del paseo marítimo y el establecimiento, los restaurantes sólo tendrán 1,20 metros de acera para poner una fila de mesas para cuatro personas. El resultado será la retirada de las mesas, las sillas y sombrillas situadas por debajo del escaloncito que tiene este paseo.
Esther Molina aclaró que los empresarios de El Palo y Pedregalejo tienen quince días para acogerse a este plan, conocer al espacio asignado a cada uno y alegar si fuera necesario, estudiándose cada caso de forma individualizada. «El plan es de carácter voluntario, pero si un empresario no se incluye tendremos que aplicarle la norma general, que es más restrictiva», recordó la delegada municipal.
El objetivo del Ayuntamiento es que ambos paseos marítimos estén regularizados para verano, aplicando este plan con un plazo de un año, siendo revisable al cabo de este tiempo.
La intervención en El Palo y Pedregalejo es la tercera gran actuación programada por el área de Promoción Empresarial y Vía Pública para ordenar la ocupación de las terrazas. En la primavera del año pasado se intervino fundamentalmente en el Centro y Teatinos, que acumulaban el grueso de las infracciones.
El resultado de estas dos primeras intervenciones fue una drástica reducción de la ocupación ilegal de la acera, que pasó del 62% al 10%, según los datos recogidos en diciembre.
El plan aprobado en El Palo y Pedregalejo actúa sobre la tercera gran zona hostelera de la ciudad, donde el Ayuntamiento ya había tramitado 122 expedientes sancionadores con apercibimiento a los locales. Además, había actuado en la retirada de toldos por exceso de ocupación en la acera en Echeverría del Palo y en El Palo, en el entorno del arroyo Jabonero, esta última acción hace un mes.