Y con los parámetros exigidos por la parafernalia oficial para que sea superada por quienes se lo merezcan, según reválida correspondiente, con ventaja si ya vienen de casa enseñados y educados, ¡qué suerte! cuando se nos presenten los chiquillos sin rechistar, tan lucidos y modositos los niños que hayan de venir a clase “ya enseñaos”. . .
En perfecto estado de revista educadísima, por la cuenta que les vaya a caer encima si no, porque según demasiados maestros y maestras los alumnos, educandos por obligación y para su bien, según la ley respectiva, habrán de poner de su parte la parte magra del envite, ¡ o qué se creían los joíos padres y niños!. . .porque al fín ¿qué coño tendrá que ver la función y el oficio de enseñar con la de un maestro o maestra?, o ¿tiene algo que ver?
Así que ya pueden espabilar y venir los mocosos a la escuela “educaditos”.
Por eso que uno se explica que hayan mandado a freír buñuelos la peligrosísima “Educación para la ciudadanía”, por ejemplo, y al contrario se apuntale la catequesis de la doctrina católica en las aulas de nuestros colegios públicos, para que por si les da por no acudir armónicamente “educaditos” los niños y aprendan, antes que tarde, de qué pie cojean los áulicos mandamases de la verdad revelada. .. a pesar de sacar pecho, aunque no tanto, con lo de “país aconfesional”.
Como para que, en definitiva, los maestros y maestras, demasiados, hagan dejación confesa de lo esencial de su razón de ser, la capacidad y la vocación de “educar”, de formar, guiar, orientar, animar, mostrar, encauzar. . .por encima de toda y exclusiva impartición de conocimientos, academicistas, políticamente correctos, librescos . . . y que arre el que no sepa, no pueda o no quiera engancharse al carro de “los excelentes”. . .”siervos si hubiera buenos señores”.
Como si uno pudiera llegar a imaginarse a los doctos doctores de la ciencia médica exigir que los enfermos se presentasen, de antemano, ya curados, sanos, sanitos. . . porque ellos no estarían para esas contingencias.
Pues así, cuando los maestros y maestras piden y reclaman que la educación se sobrevenga sobre sus pequeños alumnos, tan maleducados por haberse presentado en las escuelas tan poco “educaditos”
Torre del Mar 17 – septiembre – 2.013