Resulta que el Ayuntamiento de Madrid, como muestra o ejemplo un botón, no tiene bula para no deber someterse a esa función de asegurar el buen funcionamiento de las estructuras y servicios públicos. . .como pudiera y debiera ser el servicio de limpieza municipal. . . o así lo creíamos.
Resulta que la corporación del tan insigne Ayuntamiento, el de la capital del Reino, pues tuvo a bien, con vocación privatizadora innegable, sacar a subasta, a la baja, el servicio municipal de limpieza a aquellas empresas que, incluso por debajo de los costes mínimos, se hicieran con tal servicio “público”, ya no “público” ahora “privado o externalizado que suena mejor”, con el objetivo último de, que aún en esas condiciones, pudieran obtener pingües beneficios.
Resulta y era el caso que el Ayuntamiento de Madrid recortó un 10% su presupuesto para la limpieza municipal y que, al efecto, las empresas adjudicatarias deberían conformarse con un 10% menos de presupuesto. Y efectivamente llegaron a hacerse cargo del contrato hasta por un 16% menos.
Resulta que esa “generosidad” no era ingeniería económica, malabar y financiera. Simplemente esa rebaja tenía un coste, un coste que las empresas creyeron asumir con facilidad, exactamente con el despido, mediante el ERE correspondiente de 1.200 trabajadores de una plantilla de seis mil. ¿Fácil? ¿Impúdico? ¿Inclemente? ¿Absolutamente injusto?. . . efectivamente para poder amortizar los 343 millones que tan grácilmente habían cedido en su adjudicación del servicio.
Resulta que ese es el trasfondo de la huelga de la limpieza en Madrid, el intento de los trabajadores de evitar ser “laminados”, a razón de uno por cada cinco, para que salgan las cuentas redondas a los empresarios y al ayuntamiento.
Resulta que por si acaso la alcaldesa ya ha dejado claro que este asunto “no le concierne”, ¡faltaría más!, como para que el asunto de sus ciudadanos, tanto de los afectados, empleados de la limpieza, como del resto de los sufridos urbanitas, como para que la señora alcaldesa se sienta inclinada a preocuparse. . . ¡faltaría más! Cuando todo está tan claro y es tan inmundo y miserable. . .
Resulta que éste es el país que nos van “desamueblando” nuestros actuales gobernantes que tan bien saben llamarse a andadas cuando les conviene a ellos o a sus amos.
Torre del Mar 22 – noviembre – 2.013