¿Qué pasa en el Centro?
Si existiera un equilibrio, deberíamos ser uno de los agentes más importantes, puesto que los ciudadanos, los vecinos, somos los que hacemos ciudad. Pero, si analizamos lo ocurrido hasta ahora y lo que va a ocurrir en un futuro inmediato, los residentes del barrio del Centro somos un elemento distorsionante y molesto para las expectativas tanto del Ayuntamiento como de aquellos que, como hemos venido anunciando reiteradamente a lo largo de estos años, han convertido el Centro de nuestra ciudad en un parque temático de ocio, con un único fin: atraer el máximo posible de visitantes –yo diría de consumidores– y conseguir sacarles el máximo posible de rendimiento económico. No es que esto sea ilícito, pasa a ser inaceptable cuando el colectivo vecinal se ve gravemente perjudicado, incluso vemos vulnerados algunos de nuestros derechos constitucionales.
¿Y qué dice el Ayuntamiento?
El Ayuntamiento jamás se ha postulado en cuanto al modelo de ciudad que quiere para Málaga. Siempre se mueve siguiendo necesidades a corto plazo y de esa manera actúa. Ahora es el turismo cultural, gastronómico y festivo el que puede traer dinero: pues se da un vuelco a la ciudad, en este caso al Centro y caiga lo que caiga y quien caiga y por encima de todo, ya sean patrimonio, vecinos o pequeño comercio se van a poner al servicio de este nuevo interés. Crea una gran tramoya utilizando todos sus recursos –que aun en tiempo de crisis dispone– y construye museos, rehabilita plazas para entregarlas a manos privadas como terrazas, aumenta eventos y se baila al son de Paquito el Chocolatero… Dejando de lado normativas y ordenanzas. Es todo un despropósito, lo que en un principio podría ser algo bueno pasa a ser algo efímero, poco sostenible, que al fin y al cabo solo beneficia a unos pocos. Mientras, los vecinos y vecinas vemos cómo se nos desmantela nuestro barrio de infraestructuras, de comercios necesarios, de accesibilidad y de descanso. Resistimos.
¿El Centro se ha convertido en un lugar en el que es difícil vivir?
Prueba evidente de que el Centro de Málaga se ha convertido en un territorio hostil es que la población no se regenera. La opinión pública, la mayoría de las veces, recibe estas declaraciones que hacemos como algo insólito. No las entienden y nos tachan de ser unos quejicas; de ser este el precio que hay que pagar por vivir en el Centro; de no apostar por nuestra ciudad; de ir en contra de los puestos de trabajo; de ser insolidarios pero, si no vives aquí difícilmente se puede entender y así, con esta postura, recibimos las críticas.
Está previsto peatonalizar la zona de la Catedral, ¿qué ha supuesto para los vecinos la peatonalización?
Fuimos los primeros que entendimos que peatonalizar parte de nuestras calles iba a suponer algo bueno para nuestro barrio y nuestra ciudad. Espacios libres de tráfico y, como consecuencia, menos ruidos, espacios para pasear, una mayor tranquilidad para todos a la hora de disfrutar de bares y comercios.En definitiva un mayor atractivo. Pero había una contrapartida: nos íbamos a quedar sin poder acceder en coche directamente a nuestras casas y además perderíamos todos los aparcamientos de superficie, que en el Centro es un grave problema y el espacio recuperado no iba a ser tal, puesto que se ocuparía por mesas, sillas, veladores, estufas, toldos anclados al suelo, letreros, expositores e incluso por cocinas al aire libre a modo de barbacoas…Por cierto, prácticamente el 90% de todos estos artilugios está prohibido en las ordenanzas municipales, pero la mala praxis se ha consolidado como un derecho y todo lo legislado no sirve para nada. ¿Contentos con la peatonalización? sí, pero no con el coste que hemos tenido que pagar y seguimos pagando en nuestro día a día. De la contaminación acústica causada por el ocio, los residuos que generan, la mala gestión de los mismos y que nos afecta directamente podremos hablar otro día…
¿Cuál sería la solución?
Pueden hacerse muchas cosas, pero hay que tener intención de hacerlas y no favorecer a ninguno de los colectivos implicados. El Centro hay que reequilibrarlo. No podemos conformarnos con que se siga creando un parque de ocio. Ahora queremos un parque de expolio. Necesitamos equilibrar las funciones y no crear una burbuja económica monofuncional que deje fuera a todo el resto y que expolie los derechos y el modo de vida de los residentes. Los vecinos y vecinas del barrio del Centro hoy en día somos víctimas de esta burbuja, y estamos sometidos a una guetificación y a un abandono que de ninguna manera está justificado. Ni siquiera para el turismo.
Habitabilidad
¿Volverían a vivir en el Centro Histórico conociendo los problemas que conlleva?
No puedo hablar en nombre de todas las familias que aquí vivimos, unas llevan generaciones, otras apostaron por el Centro por el trabajo o para vivirlo. Lo que sí tenemos claro todos es que nadie nos va a echar de nuestras casas. Que seguiremos luchando para que el Centro siga siendo un lugar habitable, que pocos o muchos vecinos hacemos un barrio, que el Centro es el nuestro y no debe suponer un agravio comparativo nuestra situación con la de cualquier otro vecino de los muchos barrios que hay en Málaga