«Entre el paseo y la playa tiene que haber tres escalones, pero ahora no se ve ninguno», comentan fuentes del organismo estatal.
El problema se produce porque las calas están protegidas por escolleras artificiales, de manera que el material, en lugar de salir con las olas y depositarse en puntos cercanos, se acumula y llega a entrar en la zona peatonal. «Los espigones impiden el transporte natural de la arena», añaden. Por ello, la institución que depende del Ministerio de Medio Ambiente va a hacer un reperfilado. El sobrante se trasladará a Pedregalejo, donde hace falta. En la misma zona también se va a acometer un despedregado de la playa de las Acacias, para hacerla más cómoda