LOS SANTOS INOCENTES

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De antes incluso, de siempre, cabalgando sobre los feudos y los predios bendecidos por la sangre de los espadones y los cuellos pasados a cuchillo, como nos cuenta en “El laberinto español”, descrito y retratado por el hispanista, buen amigo de España y sus ciudadanos más humildes, Gerald Brenan, que fue en el albor del siglo XX, explicándonos como se volcaba la comida para los braceros sobre el suelo duro y árido, desde las grupas de los caballos, con el desprecio de los señorones de entonces que deseaban hacer ver quién mandaba y quienes deberían arrastrarse para matar sus hambres.

                                    Como si eso no hubiera podido ocurrir nunca, que sí, como ante la rebelión de los desgraciados y jornaleros de Casas viejas, por ejemplo, fueron encerrados en una casucha y prendida fuego con ellos dentro.

                                    Como para que al poco, y ante el peligro que temían tanto los poderosos, el enfrentamiento fratricida y sanguinario, cruel y vengativa, como para levantarse en armas y terminar volcando la realidad de los vencidos acusándolos de “adhesión a la rebelión, para culparlos y hacerles pasar por la pena de la desgracia de haber sido vencidos. .  .por sus amos y dueños.

                                    Como para que uno termine por recordar demasiado al “señorito Iván”, en la película “Los Santos inocentes”, inspirada en la obra homónima del maestro Delibes, en la escena de la  comida con el embajador, cuando aquél llama a Régula, la infeliz criada, para que demuestre la atención y el desvelo de sus amos y señoritos, tan entregados a los esclavos que les sirven como para “haberles llegado a permitir que aprendiesen a. . . firmar su nombre”.

                                    Y así me recordaba el tono del gobernante principal y presidente señor Rajoy, sacando pecho, envalentonado, hablándonos de no se qué maravillas, apreciadas por él mismo y los suyos, en las alturas de la macroeconomía, alejado  absolutamente de la realidad paisana, angustiosa y miserable de millones de conciudadanos suyos, a pesar de los cantos de cisne y los pavoneos mentirosos, atrozmente mentirosos de que todo está cambiando ¿para bien? . . .¿de quienes?. . . sin hacer la menor mención a cuanto han devastado, como para que ahora tengamos que . . .¿aplaudir con las orejas?. . . las nuevas buenas de quienes pasan sin pisar, pisan sin sensibilidad alguna, mientras han empezado a ganar más quienes más tienen, y siguen y seguirán trampeando la mala fortuna los desgraciados que no tienen cabida en el alma de nuestros gobernantes, aunque disimulen, con desgana inevitable, que sí, . . . que igual sí . .  .tratarán sobre el asunto algún día. . . mientras de momento van a prohibir “la utilización de pelotas de goma”. . . que aunque no estaba demostrada “la causa efecto” . . . en los pelotazos al agua, con un balance de quince seres humanos ahogados. .  . como para que terminemos por no entender nada, mientras la desbandada sigue acelerando la indiferencia y el rechazo a la política, mientras los políticos siguen jugando a florearse con ocurrencias, tan perversas como incruentas. . . o no tanto, porque al cabo, participen quienes participen, “los santos inocentes”, las 350 poltronas del Congreso están aseguradas, se trate de un 30% arriba y debajo de participación en la “res política”, como para que se apuren más de lo que pueda llegar a afectarles, en tanto “los santos inocentes”, atentos a sus labores. .  .tal vez para terminar derrotados y en la “raya” del olvido y el destierro . . .de quienes solo somos carne de cañón, carne de yugo y cerviz rendida. .  .

                                    Torre del Mar 26 – febrero – 2.014