Sin otra esperanza a la que agarrarse, desafectos ante la casta instalada e institucionalizada, política o por el estilo, rapiñando hasta la carcasa para dejarla sin carne, hasta dejarla sin brizna de masa proteínica, huérfanos de todo amparo en el esperpento de nuestra vida pública, . . .enseñoreada sobre lo inadmisible e injusto, en aras de su supervivencia, como clase, como casta, como tribu enaltecida sobre la clase baja, desde la atalaya del poder, . . .acechante contra todo movimiento de protesta de aquellos que pueda poner en entredicho los privilegios y aforamientos correspondientes . . .¡que hasta ahí podríamos llegar!
Desde “las comisiones de investigación” que no extirpan el mal, de ninguna de las maneras, desde la desfachatez hormigonada de la señora presidenta de Navarra, hasta los “plasmas” que definen y proclaman la virtud del estado de las cosas en nuestro país, haciendo el tancredismo en especialísima y cruel habilidad desde el “buen gobierno” que vela y desvela por sus propios intereses.
Como para que continúe la devastación del sistema que se había ido logrando, a favor del desmantelamiento continua y atroz que nos tiene “paralizados”, . . .en nuestro tiempo infame, nos canten las loas que vomiten, en el tiempo de las mentiras públicas que no cejan, lanzadas a granel desde el santa santórum de nuestra democracia, el Congreso de los Diputados, avalando a toda velocidad “la injusticia universal”, sin que les importe un comino, ¿sin que nos importe un comino?, para cuando seguramente sea ya demasiado tarde, sujetos a una política que no disimula su carácter de “extrema derecha”, con atentados diarios y gravísimos a las libertades individuales y colectivas, con unas leyes incipientes que cercenarán los derechos alcanzados, contra quienes más sufren y menos tienen, sin que una luz de esperanza acabe por resplandecer sobre nuestra rabia y coraje, anestesiadas, amortizadas, en un clima enfangado de corrupción nauseabunda e impune, mientras el estropicio corre a tanta velocidad, pendiente abajo que parece como si nos diésemos por vencidos, y probablemente, maniatados de estupor y miedo, permitiendo que vayan gobernándonos con el desparpajo culpable de quienes van liquidando nuestro sistema de garantías sociales, de derechos humanos y democráticos, de servicios básicos y universales. . .
En un tiempo donde ya no cabe mayores insidias y aún cabrán más. en un tiempo en el que los ladrones y chorizos de maneras amables y homologadas campan a sus anchas, frente a una resistencia que no se decide a no dejar pasar ni una más, y sin embargo no logramos atemorizar a nuestros impresentables gobernantes, . . .tal vez porque sabemos que no nos perdonan si levantamos la cabeza y denunciamos la acción gobernante que nos va esquilmando sin tregua. Y, como muestra un botón, cuando resulta que al subdirector de la Concejalía de Empleo de la Comunidad de Madrid, por denunciar ante sus superiores una estafa de 15 millones de euros llevada a cabo por la patronal de la región, pues eso, ha sido, sencillamente, despedido, . . .”como aviso para navegantes”. . . o mejor náufragos, pendientes de una tablón medio podrido, medio hundido que creamos que pueda llegar a salvarnos. . . y eso también ¡es mentira!
Torre del Mar 28 – febrero – 2.014