¿O qué se creían los comparsitas de la comisión de investigación al gran ex molt honorable señor Pujol?. Con tanta delicadeza recibiendo y despidiendo al confeso y por lo tanto estafador de no haber declarado a Hacienda?.
Y con tanta y exquisita atención a sus «explicaciones», mecanografiadas, y a sus iras con las leves sospechas expuestas, ¿por si colaban?, invitando al señor Ubú, perdón ex presidente Jordi Pujol, a que declarase lo que . . . nadie se esperaba y mucho menos él que estaría dispuesto a hacerlo, por supuesto, . . . tras sus largos 23 años ¿de servicio al país?. . . ¿seguro?. ¿O de nuevo vamos a dejarnos caer del guindo? Mecidos por la inocencia a prueba de toda evidencia y el desparpajo y desfachatez de tanto pillo envuelto en «su vocación de servicio inatacable», por supuesto.
Y entretanto se desbroza un poco la maleza, se disimula el pozo ciego y a seguir la pantomima de los cobardes supervivientes, cuando no cómplices, comparsas o simples beneficiados. Y ahora, largo nos lo fían, la Justicia se encargará de investigar, tiempo al tiempo, para que se enfríe la cosa y seque la mierda, ¡qué remedio!, hasta que el personal se acostumbre al insoportable mal olor y acabe por no darse por enterado.
Y es lo que hay, para desesperación de la plebe atónita, indignada o ¿rendida?, mientras los pozos ciegos son los nuevos sitiales donde se asientan y desde donde dirigen sus «regeneradas» disposiciones para . . . ejemplaridad imprescindible. . .ante tanta insolencia plebeya, cuando resulta que «todo está atado y muy atado», ¡pues claro!, desde los ERES andaluces hasta la podredumbre generalizada en Valencia, desde la Gürtel que se difumina, difumina, difumina . . .en Madrid hasta el 3% en Cataluña del que nadie se da por enterado. . .por si acaso también le salpica.. . . sin contar el sarpullido de aquí y allí para el espanto increíble de quienes solo somos. . . víctimas de ¿nuestra propia ingenuidad?. . . aunque pretendamos ¿indignarnos?. . .con todo nuestro derecho.
Mientras el espectáculo debe seguir y las luces de la pista se encenderán cada vez que el gran histriónico decida regañarnos. . .su incomprensión ante las acusaciones que pretendan acorralarle. Después del impagable «solo» que nos regaló el otro día el inefable Jordi Pujol, tan airado, farfullando su enfado inabarcable, . . .¡a él, acusado, que había entregado su vida por su patria!. . . y es que siempre es un buen clavo ardiendo : el sucio patriotismo. En la pura tradición de «Nos contaron todos los cuentos», la herencia de D. Florenci también tendrá su huequecito.
Torre del Mar 4 – octubre – 2.014