Con alevines picoteando el pienso que les suministren para el engorde acelerado. ¡cómo no!, puestos y mamones a las ubres de FAES , criadero de las “nuevas ideas” que ¿cambiarán el mundo?, ¡aviados estamos!.
El vivero productivo y fructífero, con los alevines bien cebaditos desde tan temprana edad, amancebados a las sugestivas ideas, alimentando la patológica ambición de los más pequeños que “apunten maneras”.
Como resulta con el señor Nicolás, hemos aparcado lo del “pequeño Nicolás” por fuera ya de lugar, adrede, por su mayoría de edad, desde luego, y por el carácter de sus manejos y mangoneos.
Tan “amigo de sus amigos”, elegidos entre los más influyentes, en este caso, cuando resulta que va asomando la relación más íntima y locuaz de lo que apuntaba con el secretario de Estado, señor García Legaz,todo un “pata negra” del establisment, vía e-mails entre ambos, adictos a esa filosofía, made in FAES, del contacto, del conseguidor, del intermediario. . .entre tiburones y sus parásitos, en aquello de “estoy con lo tuyo”, “nos juntamos y hablamos”, “tendré mucho gusto en presentarte a fulanito”. . . y así en un largo etc y que siga el cuento de engañar, . . . tan productivo y provechoso todo.
Como alumno aventajado, tan “listo”, tan ambicioso”, tan metido en las entretelas del poder, entre selfies inocentes e intermediaciones más interesadas, fotografías comprometidas, asuntillos de baja estofa y pingüe rentabilidad, a tanto la comisión.
Como si aquí no hubiera pasado nada malo, como si el manoseo de los fondos públicos solo fuera “una manera de hacer las cosas, de llevar los asuntos públicos”.
En un despliegue de “favores” pedidos y solicitados, de toda clase, desde el poder institucional que representaban “los amigos” de Nicolás.
Y así en un enjuague y mejunje intragables que producen náuseas, con el señor Nicolás en medio de la hez generalizada en las alturas del poder, por un menudeo de tratantes por sacar tajada y más tajada . . . hasta la devastación completa.
Sin un ápice de vergüenza, moral, ni la de andar por casa, con el descaro de los arribistas que encuentran eco en los ambientes del poder, como buen aprendiz del modelo FAES, el señor Nicolás, un bribón de pelaje tristemente muy reconocible entre sus amos y señores. . .por muy “alarmados” con el alevín que les ha salido demasiado espabilado.
Torre del Mar diciembre – 2.014