Jesule y Aranda repartían instrucciones antes del pitido inicial. Diez segundos tardó el capitán paleño en hacer una falta en la frontal para marcar territorio. Matador lanzó el esférico cerca de la escuadra izquierda de Pol. Los cambios en el juego del Marbella se dejaron notar ya a los cinco minutos de partido. Los de Alfaro ya no sacaban el balón desde atrás, Reina optaba por buscar el juego en largo en los saques de puerta descargando de responsabilidad a los centrales. El fuerte viento inicial y la lluvia permitían que la pelota cobrara mayor velocidad por lo que ambos equipos preferían enviar balones en largo para disputar la segunda jugada. El Palo ganaba metros y se asociaba por derecha con asiduidad con Cala y Damián, aunque sus centros no acababan en remates salvo un disparo peligroso en fuera de juego.
Al cuarto hora de partido sí enganchó mordido un remate Julián a envío de Manolo Gaspar desde el flanco derecho una vez más que salió cerca de la meta de Reina. El encuentro se jugaba en el césped y en el banquillo. Rafa Muñoz y Alfaro, que se estrenaba en casa, se recriminaban algunas acciones en choques de sus jugadores sin rebasar nunca la barrera del respeto. Nadie quería perder ni medio metro. Los locales eran incisivos con balón, no lo tenían mucho tiempo pero combinaban rápido entre Añón, Portero, Rubiato y Segura para finalizar con disparos con intención pero carentes de precisión. Tensión competitiva y ganas no le faltaba a ninguno de los 22 futbolistas, sin embargo no llegaba el error que cada uno esperaba para castigarlo con un gol. Con el resultado de empate a cero se llegó al descanso, mucha brega, interrupciones y fútbol a chispazos que no se tradujeron en oportunidades claras. Ningún portero tuvo que intervenir a un tiro a puerta.
En la segunda mitad el Marbella pudo abrir el marcador en una ocasión muy clara a los cinco minutos. Pol se complicó al sacar el balón jugado en una jugada comprometida y dejó una patata caliente a Jesule. Añón le robó la cartera disparó fuerte abajo dentro del área y Pol enmendó su enredo con una mano excelente abajo. El ayer capitán Añón, cada jornada ha cambiado de jugador el brazalete en el cuadro local, entraba en juego y los blanquillos lo notaban.
Movimientos
El primer técnico en mover ficha fue Rafa Muñoz introduciendo a Marín en lugar de un apagado Juanillo. Alfaro también metió antes de cumplirse la media hora de partido a Narváez por Segura en busca de mayor frescura de ideas en ataque. Como si se tratara de una partida de ajedrez los técnicos medían cada movimiento. El Marbella vivió más en campo rival. Muñoz se percató de que necesitaba más el balón y metió en el campo a un titular habitual, Kike, por el ariete Julián, peleón pero poco productivo ayer.
El choque, aunque con emoción, se tornaba tedioso por momentos, demasiado táctico con pelotas que caían como el agua al ‘verde’ del Municipal. Hasta el 69’ no hubo un nuevo ‘uy’, en este caso para El Palo. Damián se encontró el esférico suelto en el área pequeña tras un centro irregular, pero remató sin puntería y la tentativa se esfumó a la derecha de Reina. Los locales jugaban directo con Rubiato para acudir a las segundas opciones y los de la capital hacían lo propio con Amaya. La réplica de los marbellíes la tuvo Añón con un centro chut que salvó Pol. Poco después Rubiato protagonizó una doble ocasión a saque de una falta con dos disparos que se toparon con Pol y luego en el rechazo salió alto. Cuando El Palo parecía más agazapado Amaya cazó un servicio de Kike para estrellar un balón en el poste.
No hubo más acercamientos, empate sin goles en un derbi helado por temperatura, viento y lluvia, con emoción, pero escaso fútbol de dos equipos que tienen mucho más de lo que pudieron mostrar.