La antigua prisión de Málaga es señalizada como Lugar de Memoria

El delegado del Gobierno andaluz, José Luis Ruiz Espejo; el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, y el director general de Memoria Democrática, Luis Naranjo, han participado en el acto “en memoria de las personas que vivieron sus últimos momentos en este presidio”, según reza el texto de la citada placa.

Ruiz Espejo ha sostenido en su intervención que con este reconocimiento se quiere “construir una memoria colectiva, que nos reconcilia y nos permite aspirar a un futuro construido sobre principios de la verdad y de la recuperación de la dignidad”.

Un acto el desarrollado este lunes “de reparación del daño causado a muchísimas personas que dieron su vida por la defensa de la libertad y cuyo recuerdo queremos que sea ejemplo para las generaciones actuales”. En este punto, ha destacado el trabajo de los familiares y las organizaciones de la memoria histórica.

Con la señalización de la antigua prisión se da “un paso más en ese conocimiento de la historia”. “En estos muros se ejerció la represión por la ideas, fue un lugar donde se quisieron encerrar las ideas, sin saber los opresores que éstas nunca podrán ser destruidas por muchos muros que se quieran levantar contra ellas”, ha afirmado el delegado.

Por su parte, Luis Naranjo ha señalado que la señalización de la prisión malagueña “es una página abierta a la memoria del pueblo andaluz”. “Es la página de un libro –ha continuado– que hay que leer completo, de todos los lugares que el régimen utilizó para reprimir a los republicanos”.

Ha incidido así en que el franquismo utilizó las cárceles “como un lugar de represión en las que se buscó la destrucción política y moral de los republicanos”. Naranjo ha ensalzado el carácter de las personas que fueron encarceladas “ya que desde la misma cárcel siguieron luchando por sus ideas”.

ANTIGUA PRISIÓN DE MÁLAGA

La antigua prisión fue inaugurada en 1933 con servicios “suficientes para unos cuantos centenares de personas, conforme a los objetivos de reinserción del Gobierno republicano”. Terminó su funcionamiento como cárcel en 2009.

La Prisión Provincial de Málaga fue una de las más importantes por número de ingresos de España. Durante los primeros días de la ocupación franquista fue el lugar donde se entregaron los soldados que venían de otros frentes.

Sobre el perfil de los detenidos, según ha informado la Junta, aproximadamente más del 80 por ciento de la población reclusa eran hombres jóvenes, de entre 21 y 40 años y en su mayoría de Málaga y la provincia, aunque aproximadamente un tercio venían de otras provincias, mayoritariamente andaluzas. Las estadísticas oficiales de 1942, cuando ya se habían producido numerosas excarcelaciones contabilizan 3.203, aunque había habido momentos con un número mayor.

En esta cárcel, además, “se ejecutó a centenares de hombres y mujeres mediante garrote vil y, a su vez, fue la antesala del traslado al cementerio de San Rafael, donde se producían las ejecuciones por fusilamiento”.