Enrique Tierno Galván
Recordamos al viejo profesor en el aniversario de su muerte.
Algunas de sus frases:
Bendito sea el caos, porque es síntoma de libertad.
El Estado es nuestro enemigo. Un Estado sin limitaciones es el peor enemigo del hombre.
El poder es como un explosivo: o se maneja con cuidado, o estalla.
El torero sigue siendo mítico y, cuando expresa la valentía el pueblo se enardece y los viejos entusiasmos reaparecen.
En política se está en contacto con la mugre y hay que lavarse para no oler mal.
Es difícil ser bueno y fuerte a la vez. Y, por lo común, cuando más fuertes se es menos razón se tiene.
La buena didáctica es aquella que deja que el pensamiento del otro no se interrumpa y que le permite, sin notarlo, ir tomando buena dirección.
La democracia es la transposición de lo cuantitativo a lo cualitativo: que lo que quieren los más se convierta en lo mejor.
La política ha dejado de ser una política de ideales para convertirse en una política de programas.
Las ideologías llevan inevitablemente a la decepción, porque tienden a lo perfecto, que luego el contacto con la vida real hacen imposible.
Toda gran revolución política es una gran revolución moral. Toda gran revolución moral supone una gran revolución política.
Todos tenemos nuestra casa, que es el hogar privado; y la ciudad, que es el hogar público.
Preámbulo de la Constitución Española de 1978 escrita por Emrique Tierno Galván:
“La Nación española, deseando establecer la justicia, la libertad y la seguridad y promover el bien de cuantos la integran, en uso de su soberanía, proclama su voluntad de:
Garantizar la convivencia democrática dentro de la Constitución y de las leyes conforme a un orden económico y social justo.
Consolidar un Estado de Derecho que asegure el imperio de la ley como expresión de la voluntad popular.
Proteger a todos los españoles y pueblos de España en el ejercicio de los derechos humanos, sus culturas y tradiciones, lenguas e instituciones.
Promover el progreso de la cultura y de la economía para asegurar a todos una digna calidad de vida.
Establecer una sociedad democrática avanzada, y
Colaborar en el fortalecimiento de unas relaciones pacíficas y de eficaz cooperación entre todos los pueblos de la Tierra.
En consecuencia, las Cortes aprueban y el pueblo español ratifica la siguiente CONSTITUCIÓN.”
Enrique Tierno Galván
Enrique Tierno Galván nació en Madrid, 8 de febrero de 1918.
Político, sociólogo, jurista y ensayista.
Doctor en Derecho, Doctor en Filosofía y Letras, Catedrático de Derecho Político desde 1948 hasta 1953 en la Universidad de Murcia, y desde 1953 hasta 1965 en la Universidad de Salamanca; fue en esta última donde aglutinó un núcleo de profesores y estudiantes, entre ellos Raúl Morodo, Pablo Lucas o Fernando Morán, pasarían a ser de discípulos a colaboradores políticos.
Su prestigio político e intelectual queda consolidado en los años setenta, tras su confuso ingreso y expulsión de la Agrupación Socialista Madrileña —que teóricamente obedecía al PSOE histórico, cuya ejecutiva estaba afincada en Toulouse.
Durante la Transición, que le permitió volver a la Universidad española en 1976, tuvo que hacer frente a un PSOE refundado desde el interior por socialistas vascos, madrileños y sevillanos y liderado por Felipe González, que le arrebató gran parte del liderazgo en el campo de la izquierda socialista.
Los miembros de este partido le acusaban de confusionismo ideológico y oportunismo político, en unos momentos en que las manifestaciones políticas de González y su grupo eran extraordinariamente radicales y antimonárquicas. La táctica del PSOE era además opuesta al aperturismo del PSP hacia el PCE, los monárquicos o Comisiones Obreras. Aunque Tierno reafirmó en el I Congreso del PSP en 1976 la línea marxista y revolucionaria de su formación política, no pudo competir con un PSOE apoyado, reconocido e incluso financiado por la mayoría de los partidos socialistas europeos. En las primeras elecciones democráticas de junio de 1977, obtuvo el acta de diputado por Madrid, en las listas de la coalición Unidad Socialista, formada entre el PSP y la Federación de Partidos Socialistas, y que obtuvo seis diputados.
Condenado a la marginación política por el PSOE, que vetó su participación en la redacción de la Constitución, Tierno aceptó la integración del PSP en el PSOE en abril de 1978, y con este partido volvió a salir diputado en 1979 y 1982. Elegido presidente honorario del PSOE como un reconocimiento a su prestigio y carisma en abril de 1978, abandonó ese cargo por discrepancias con la ejecutiva de González en 1979, entonces embarcada en el abandono del marxismo y la marginación definitiva del socialismo madrileño.
En las primeras elecciones municipales de la democracia (abril de 1979) se presenta a la alcaldía de Madrid. Aunque su partido no es el más votado (fue la UCD), una coalición con el PCE le da la alcaldía. Su popularidad como alcalde fue enorme, siendo reelegido en 1983 con mayoría absoluta, siendo, hasta la fecha, el único socialista en lograrlo. Ostentó la alcaldía desde el 15 de mayo de 1979 al 19 de enero de 1986.
Su labor como alcalde suscitó una extraña unanimidad a su favor, que fue más allá de su filiación política y su fama traspasó las fronteras del país llegando a presidir la Federación Mundial de Ciudades Unidas. Madrid vivió en esos años un espectacular renacimiento de su vida cultural, artística y social, adormecida durante el franquismo, que se conoció como «movida madrileña» y que llegó a identificarse con la figura misma del «viejo Profesor» y su particular populismo, que conectaba tanto con la juventud como con la tercera edad.
Se ganó el afecto de los madrileños con sus humorísticos y bien escritos Bandos municipales y con iniciativas que cuidaban los pequeños detalles como devolver los patos al Río Manzanares y las flores a los parterres públicos, incluso entre los jóvenes, al apoyar la llamada Movida madrileña.
Murió el 19 enero de 1986 en Madrid, siendo alcalde y fue despedido por el pueblo de Madrid con una multitudinaria manifestación de duelo que colapsó la ciudad entera, siendo una de las concentraciones más numerosas de las ocurridas en la capital de España.
Enrique Tierno Galván nació en Madrid, el 8 de febrero de 1918.
El viejo profesor está en la memoria de muchos, pero creo que en todos los que en aquellos “años 80″, le tuvimos como alcalde en Madrid, mi homenaje y mi recuerdo hoy para Don Enrique, como auténtico icono de aquellos años de importantes cambios en la vida española, en el aniversario de su fallecimiento.
Murió en Madrid, el 19 de enero de 1986
Enrique Tierno Galván
Enrique Tierno Galván nació en Madrid, 8 de febrero de 1918.
Político, sociólogo, jurista y ensayista.
Doctor en Derecho, Doctor en Filosofía y Letras, Catedrático de Derecho Político desde 1948 hasta 1953 en la Universidad de Murcia, y desde 1953 hasta 1965 en la Universidad de Salamanca; fue en esta última donde aglutinó un núcleo de profesores y estudiantes, entre ellos Raúl Morodo, Pablo Lucas o Fernando Morán, pasarían a ser de discípulos a colaboradores políticos.
Su prestigio político e intelectual queda consolidado en los años setenta, tras su confuso ingreso y expulsión de la Agrupación Socialista Madrileña —que teóricamente obedecía al PSOE histórico, cuya ejecutiva estaba afincada en Toulouse.
Durante la Transición, que le permitió volver a la Universidad española en 1976, tuvo que hacer frente a un PSOE refundado desde el interior por socialistas vascos, madrileños y sevillanos y liderado por Felipe González, que le arrebató gran parte del liderazgo en el campo de la izquierda socialista.
Los miembros de este partido le acusaban de confusionismo ideológico y oportunismo político, en unos momentos en que las manifestaciones políticas de González y su grupo eran extraordinariamente radicales y antimonárquicas. La táctica del PSOE era además opuesta al aperturismo del PSP hacia el PCE, los monárquicos o Comisiones Obreras. Aunque Tierno reafirmó en el I Congreso del PSP en 1976 la línea marxista y revolucionaria de su formación política, no pudo competir con un PSOE apoyado, reconocido e incluso financiado por la mayoría de los partidos socialistas europeos. En las primeras elecciones democráticas de junio de 1977, obtuvo el acta de diputado por Madrid, en las listas de la coalición Unidad Socialista, formada entre el PSP y la Federación de Partidos Socialistas, y que obtuvo seis diputados.
Condenado a la marginación política por el PSOE, que vetó su participación en la redacción de la Constitución, Tierno aceptó la integración del PSP en el PSOE en abril de 1978, y con este partido volvió a salir diputado en 1979 y 1982. Elegido presidente honorario del PSOE como un reconocimiento a su prestigio y carisma en abril de 1978, abandonó ese cargo por discrepancias con la ejecutiva de González en 1979, entonces embarcada en el abandono del marxismo y la marginación definitiva del socialismo madrileño.
En las primeras elecciones municipales de la democracia (abril de 1979) se presenta a la alcaldía de Madrid. Aunque su partido no es el más votado (fue la UCD), una coalición con el PCE le da la alcaldía. Su popularidad como alcalde fue enorme, siendo reelegido en 1983 con mayoría absoluta, siendo, hasta la fecha, el único socialista en lograrlo. Ostentó la alcaldía desde el 15 de mayo de 1979 al 19 de enero de 1986.
Su labor como alcalde suscitó una extraña unanimidad a su favor, que fue más allá de su filiación política y su fama traspasó las fronteras del país llegando a presidir la Federación Mundial de Ciudades Unidas. Madrid vivió en esos años un espectacular renacimiento de su vida cultural, artística y social, adormecida durante el franquismo, que se conoció como «movida madrileña» y que llegó a identificarse con la figura misma del «viejo Profesor» y su particular populismo, que conectaba tanto con la juventud como con la tercera edad.
Se ganó el afecto de los madrileños con sus humorísticos y bien escritos Bandos municipales y con iniciativas que cuidaban los pequeños detalles como devolver los patos al Río Manzanares y las flores a los parterres públicos, incluso entre los jóvenes, al apoyar la llamada Movida madrileña.
Murió el 19 enero de 1986 en Madrid, siendo alcalde y fue despedido por el pueblo de Madrid con una multitudinaria manifestación de duelo que colapsó la ciudad entera, siendo una de las concentraciones más numerosas de las ocurridas en la capital de España.
Enrique Tierno Galván nació en Madrid, el 8 de febrero de 1918.
El viejo profesor está en la memoria de muchos, pero creo que en todos los que en aquellos “años 80″, le tuvimos como alcalde en Madrid, mi homenaje y mi recuerdo hoy para Don Enrique, como auténtico icono de aquellos años de importantes cambios en la vida española, en el aniversario de su fallecimiento.
Murió en Madrid, el 19 de enero de 1986
Fuente.trianarts.com