En el verano de 1937, recién destinado al colegio San Estanislao de Kostka, el joven jesuita navarro Antonio Ciganda encontró su destino en las playas del Palo. Allí comprobó cómo los niños ayudaban a sus familias en las faenas del rebalaje y no tenían la oportunidad de recibir educación. Por este motivo decide atenderlos primero en el cine del farmacéutico Rafael Marín y más tarde en una lonja de pescado. El 12 de octubre de 1939 da el gran paso y funda en la misma playa el Instituto Católico de Estudios Técnicos, el ICET. Un futuro de esperanza había llegado con la Formación Profesional a las playas del Palo.
En los últimos años de su vida el padre Ciganda pudo asistir, feliz y emocionado, al cincuentenario del SAFA-ICET. Ahora, con motivo del 75 aniversario, el conocido centro ha decidido convertirlo en el protagonista de un musical, La obra del Padre Ciganda, que se representará mañana jueves y el viernes a las 12.30 en el salón de actos del ICET y el próximo jueves 19 a las 5 de la tarde, en una función especial para familiares, amigos y antiguos alumnos. Es uno de muchos actos del 75 aniversario que ofrece el SAFA-ICET a lo largo de este curso.
43 personas, la mayoría alumnos de 12 a 17 años pero también profesores, participan en este musical de una hora de duración. De hecho Víctor Espinar, profesor de Lengua y Religión, da vida al jesuita navarro por segunda vez: «En la Noche en Blanco del año pasado el padre Ciganda enseñaba el colegio a los visitantes y lo hizo tan bien que le hemos pedido que lo haga de nuevo», cuenta Francisco Porcel, director del SAFA-ICET.
Junto a él está Toñi Bustos, profesora de Historia y Música y directora artística del musical, que cuenta que los alumnos están «entusiasmados con la idea» y que la obra es también la oportunidad «para conocer personajes que tuvieron importancia, la historia del barrio y a lo mejor viven más cerca momentos que vivieron sus padres o sus abuelos».
Porque La obra del Padre Ciganda es ante todo un recorrido por 75 años de vida del ICET, por eso, para plasmar en las tablas el barrio antes de la llegada del colegio, Toñi Bustos ha ideado un falso NoDo en el que se ha grabado, imitando la técnica del famoso noticiero, al padre Ciganda por las despejadas playas del Palo.
Canciones, baile e historia del Palo y de la educación en Málaga que protagonizan alumnas como María Romero, de 13 años, quien ya tiene claro que de mayor quiere ser psicóloga y que confiesa que esta obra le ayuda a conocer «la historia del colegio y del Palo».
Un colegio que, como curiosidad, comenzó a admitir niñas a finales de los 60 porque introdujo las especialidades de Oficina y Peluquería, que se consideraban propias para mujeres.
Otro actor que espera el estreno del musical es Manolo Román, también de 13 años y que en el futuro quiere ser policía local o futbolista. Manolo es uno de los niños que tiran del copo mientras lo observa el recién llegado padre Ciganda. Además, parte de su familia ha trabajado en el mar, por eso sabe que «antes no había espigones y se inundaba todo y ahora, gracias a los espigones, no puede haber tantas vidas en juego».
Por último, Juan Gutiérrez, de 19 años y futuro policía nacional, comenta que interpreta a un electricista y que actuar es algo «fácil y divertido».
El director del SAFA-ICET, Francisco Porcel, está seguro de que gracias al teatro «saldrá un grupo de amigos del que te acuerdas toda la vida». De paso, será el homenaje del colegio a la gran obra del padre Ciganda