La aventura comenzó con el recital de Alberto Cortez en el hotel Alfonso XIII el pasado 18 de septiembre y continuará esta semana, del 6 al 8 de marzo, en el palacio Salinas, un recoleto espacio que permite al público oír a los cantantes, acompañados de un piano, sin micrófonos y sin la lejanía que imprime un escenario. "Para el espectador será como estar en una fiesta privada", apunta Gil-Toresano, quien ha creado Musicaemoción junto al cantaor sevillano Manuel Lombo, discípulo de Naranjito de Triana y de José de la Tomasa.
Joana Jiménez abrirá el viernes 6 el ciclo Copla en Palacio. El programa en el palacio renacentista de Salinas continuará con las actuaciones de Antonio Cortés (día 7) y Laura Gallego (día 8), todos nuevos exponentes del género y salidos del programa Se llama copla, de Canal Sur Televisión. Después de este ciclo, Manuel Lombo ofrecerá, el 14 de mayo, un concierto dedicado al poeta Rafael de León (Sevilla, 1908-Madrid, 1982) en el que se reivindica su papel dentro de la Generación del 27; frente a su faceta más conocida de letrista de copla en el trío Quintero, León y Quiroga. El espectáculo contará con la voz en off de la cantaora Estrella Morente, quien ha grabado varios poemas de León.
"Queremos reflejar el ambiente de los cafés cantantes de principios del siglo XX y dar la oportunidad al público de sentir la emoción de la música; pero sin ceñirnos a un género concreto. Nuestra idea es ofrecer producciones propias muy especiales, como la que ya hicimos en casa Salinas con el grupo de rock Alameda, en el que invitamos a músicos de otras formaciones como Triana o Tartessos, o invitar a artistas que están casi retirados y que apenas pueden oírse y siempre en formatos pequeños con no más de 300 personas", apunta la directora de Músicaemocion.
La empresa, que también programará a artistas internacionales, tiene previsto instalarse también en Málaga, Madrid y Barcelona. "Aisladamente se han hecho producciones en espacios monumentales, pero no existe ninguna empresa que se dedique exclusivamente a este modelo de negocio que ofrece la posibilidad de ver a grandes artistas actuar sin micrófonos y en un espacio muy reducido. Se trata, en definitiva, de despertar emociones", afirma Gil-Toresano.
Además del palacio Salinas, los conciertos se ofrecen en el patio de la Montería del Real Alcázar, el hotel Alfonso XIII y el pabellón de Portugal