LA PLAZA PROMETIDA

Muy inquietos están los vecinos de “pasaje del Mora”, por lo que consideran una tomadura de pelo de Construcciones Moras.

En 1983 se firmo un convenio  urbanístico con el que se autorizaba a construir un bloque en la Esquina de la Paloma y a la vez se hacía una plaza interior y se arreglaban las calles. En aquella ficha la promotora expreso su intención de empezar las obras tan pronto como el Pan General estuviese aprobado.

La promesa de construir allí una plaza es aún más vieja. Cuando ya se construía los primero bloques ya se pregonaba el futuro inmediato de la plaza. Después  de un año de aprobado el Plan General, El proyecto del edificio aún no está terminado y las dilaciones son demasiado ostensibles. Vuelven las excusas, mientras las calles siguen polvorientas y el lugar de la plaza convertido en un basurero al que diariamente  se echan cabezas de pescado para una legión de gatos que lo desparraman y llena de hedor el aire.

Los vecinos, cada vez más indignados, declaran que este es un engaño más y que si no se le obliga  a la promotora, nunca se va a realizar la plaza. La buena intenciones de Construcciones Mora quedan más en entredicho cuando (aunque por ahora no hagan el edificio), tampoco toman ninguna medida para adecentar aquel rincón, que es unos de los centrales del barrio. Hay quien apela a últimar, las últimas posibilidades de dialogo, y quien exigen desde este momento el cumplimiento de las promesas. En lo que todos coincides es que el pasaje es tercermundista y que no hay derecho a supeditar las condiciones de vida de un importante colectivo de vecinos a la voluntad o expectativas de un gran negocio de un promotor.