La »guerra» de los espetos

La guerra de precios se percibe en plena calle. Carteles escritos con rotulador y tiza lucen en los techados donde se alojan las brasas, o junto a las mesas: "Espetos de sardinas a 2 euros", "sardinas en espeto 4,5". El espeto más barato se puede encontrar en la playa del Chanquete. En verano, los hay por 1,5 euros, en invierno están a 1. El precio medio de esta zona es de 2,5. El coste conjunto se eleva 1 euro sobre los más baratos porque en El Tintero son tamaño familiar y cuestan 6. En los chiringuitos Antonio y El Deo los carteles rezan "espetos a 1,5". En Parales, Victoria y El Pescador se pueden consumir pagando 2. Esta playa es la más alejada del centro, por eso su oferta se convierte en la más económica, aunque la media no sea la más baja. Son seis chiringuitos distribuidos en 500 metros de playa aproximadamente.

La zona más barata en conjunto, con una media de 2 euros por espeto, es el paseo marítimo de El Palo. El espacio comprendido entre el arroyo Jaboneros y el Gálica tiene la oferta más equilibrada. El Zagal, Los Marineros, El Cenacho, El Gabi, La Bahía, la Peña Barcelonista, Canta el Gallo, Pontegordo, Varadero y Narval dejan las sardinas a 2 euros. El Carrasco los tiene a 3,5, siendo el más caro -y el más alejado de los demás y próximo a Pedregalejo-, y La Lonja a 3. Esto hace que, con 13 chiringuitos distribuidos en aproximadamente un kilómetro de playa, El Palo disponga de un catálogo homogéneo de espetos con una competencia desenfadada y pareja.

Por último, el paseo marítimo de Pedregalejo presenta un coste medio un tanto más elevado: 5,2 euros. Aquí los precios son algo más heterogéneos y dispares: están comprendidos entre los 6 y los 2 euros. En el Rompeolas, El Merlo, las Acacias y Hermanos Muñoz los espetos se ofrecen a 2 euros. En los chiringuitos Los Cuñao y Las Palmeras están a 3 euros. En Morata a 4, y en el Cabra a 4,5. La lista creciente continúa con El Lirio y Miguelito el Cariñoso, que ofrecen sus sardinas espetadas a 5 euros. En El Caleño y Los Espigones a 5,5, y en Mar de Pedregalejo a 6. Esta zona de Málaga se ha labrado la fama de hacer los mejores espetos, y la calidad de su cocina le precede. La diferencia de precios es tan alta, posiblemente, por la gran segmentación de públicos y la creciente entrada en valor de la zona. Existen numerosos negocios de restauración que acompañan a los chiringuitos a lo largo de este kilómetro de playa.

El chiringuito de los Hermanos Muñoz es el último del paseo marítimo de Pedregalejo si se recorre de oeste a este. El encargado, Miguel, comenta que "por la noche se venden muchos más espetos que durante el día". Y es que no deja de ser uno de los platos principales del litoral malagueño, y durante la cena hacen las delicias de todo tipo de comensales.

El Gabi es uno de los establecimientos más emblemáticos del paseo marítimo de El Palo. Tanto es así, que la gente del barrio conoce esa playa como "la del Gabi". Su espetero estrella es Jesús Garrido, que se siente incapaz de recordar cuántos años lleva preparando sardinas en la playa. En verano suele llevar un recuento de cuántos espetos prepara, una lista en la que anota todas y cada una de las veces que le piden que prepare más. Libreta y calculadora en mano, comienza a sumar hasta que finalmente obtiene la cifra que buscaba: "En los primeros siete días del mes de julio hemos servido exactamente 2.562 espetos. No está mal, ¿no?", y comenta: "Es el plato principal. Pidan lo que pidan, es lo que nunca falta en cualquier comanda".

Pero, ¿cuánto cuesta un espeto antes de asarlo y servirlo? ¿de dónde vienen? El proveedor de El Gabi y de otros tantos chiringuitos más, es Pescaderías Moñi. Antonio, uno de los miembros, comenta que "el precio de la caja siempre depende de la calidad de la sardina, y eso varía en función de dónde las pesquen. Las más caras son las de aquí, seguidas por las de Castellón, porque son las mejores. La caja más cara puede salir por unos 60 euros, pero la media es de 30". El precio varía durante el día, ya que si hay tormenta o escasean las sardinas, esa mañana en la lonja el precio subirá.

El Tintero es el gigante del pescado frito de Málaga. Sus más de 100 mesas nunca suelen verse vacías en verano, y fuera de temporada se mantienen bastante ocupadas. Su forma de subastar el pescado, el abundante personal que vocifera los platos y la fama que durante años han ido cosechando, hace que sea uno de los chiringuitos más conocidos. Una de las encargadas, Jessica, afirma que "nuestros espetos están a 6 euros porque tenemos ese precio fijo para todos los platos, pero por eso son más grandes de lo habitual. Suelen incluir 14 o 15 sardinas, dependiendo del tamaño que tengan". El cocinero encargado de las brasas es Manuel Céspedes. Asegura que "los fines de semana solemos sacar unas 25 cajas en temporada alta. Entre semana y en invierno un poco menos".

Los espeteros son personajes únicos y singulares de la historia de Málaga que desde 1884 han preparado este plato con los pies en la playa. Aunque se pueden cocinar en cualquier brasa, la tradición manda que se haga clavando la caña en la arena dentro de una barca, en la que arden tocones de leña.

La gastronomía en Málaga es un valor que siempre se ha cuidado y transmitido de padres a hijos. La creciente revalorización de la ciudad ha hecho aumentar la variedad de modelos de cocina que distan de la tradicional.

En la playa, sin embargo, nadie se olvida de los espetos, y su precio, son también parte de su encanto.