Una vez que el grupo Ciudadanos prendió la mecha con una moción que pedía la revisión de las tarifas y el de IU le puso más dinamita con otra que abundaba en el mismo sentido, el resto de los grupos se sumó a la propuesta y, arrastrado por la ola, también el equipo de gobierno del PP
De esta manera, el pleno, por unanimidad, aprobó ayer poner en marcha la revisión de las tarifas del agua, que desde que entraron en vigor en noviembre de 2013 habían concitado el rechazo de miles de ciudadanos a los que la revisión les supuso una subida en el pago de la factura del agua.
El acuerdo significa que se modificarán los tramos de manera que la tarifa suponga una rebaja para «la mayoría de los consumidores», dejando a un lado a los que derrochan agua.
El PP se sumó al acuerdo, aunque significando que los cambios que se hagan deben llevar el equilibrio financiero a la empresa de aguas
Emasa, de tal manera «que los ingresos deben ser iguales a los gastos», según el añadido que el concejal Raúl Jiménez hizo a la propuesta.
El acuerdo incluye la aportación de IU de que se constituya una mesa con técnicos y representantes de los grupos políticos, consumidores, y asociaciones de vecinos «para consensuar una nueva tarifa».
El alcalde, Francisco de la Torre, declaró que ya durante la campaña electoral anunció su intención de modificar la tarifa y añadió que los tramos se revisarán «cuanto antes» y contando con «el máximo consenso» entre los grupos.
La idea, según De la Torre, sería «ampliar los tramos actuales», que son cuatro, «al menos los necesarios, aunque en primer lugar hay que estudiarlo»; puesto que ha fijado como imprescindible mantener «el equilibrio presupuestario» de Emasa. Por ello quiere una tarifa «neutral», para que no haya «ni ingresos de más ni ingresos de menos».
Por su parte, la portavoz municipal del PSOE, María Gámez, criticó que la modificación anterior se aprobó en su momento «erróneamente, sin consenso y con graves injusticias sociales» y que ahora «se abre un nuevo tiempo para corregir lo que se hizo mal».
El portavoz de IU-Málaga para la Gente, Eduardo Zorrilla, insistió en la importancia de crear una mesa de diálogo en la que estén no sólo los grupos políticos con representación en la Casona del Parque, sino agentes sociales, vecinales y ecologistas para trabajar en una nueva tarifa.
Incidió en mantener la tarificación por habitante, tal y como está en la actualidad, pero modificando los bloques, de manera que la tarifa sea más progresiva; además de que se garantice un mínimo vital a un precio asequible y que el consumo medio de 112 litros por persona no se vea penalizado. Zorrilla instó también a gravar los consumos «más derrochadores».
Juan Cassá, portavoz de Ciudadanos y promotor de esta iniciativa del cambio de tarifa, mostró su satisfacción por el apoyo del resto de los grupos y aunque en un principio no era partidario de la mesa de representantes, se avino finalmente a su creación, así como a cambiar el que la rebaja sea para «todos» por el de que sea «para la mayoría», para no apoyar a los derrochadores de agua.
Fuera del debate sobre las tarifas del agua, el pleno debatió sendas mociones, tanto del grupo municipal del PP como el del PSOE, instando al Gobierno central y a la Junta de Andalucía a impulsar inversiones productivas en la capital, pidiéndoles que queden contempladas en los Presupuestos Generales de 2016 de ambas administraciones. Las dos fueron aprobadas por unanimidad.
De este modo, el PP instaba al Ejecutivo nacional a que incluya como inversiones prioritarias el acceso ferroviario en Cercanías al Parque Tecnológico de Andalucía (PTA) a través de la línea C-2, la colaboración en el acondicionamiento y rehabilitación de los Baños del Carmen y su entorno y la prolongación del paseo marítimo de Poniente, entre otras actuaciones.
Por su parte, la moción presentada por los socialistas coincidía con ésta en solicitar las siguientes inversiones: iniciar las obras para el soterramiento de la conexión ferroviaria entre el puerto y la ciudad, llevar a cabo el acceso norte al aeropuerto de Málaga-Costa del Sol y la puesta en marcha del Museo de Málaga en el Palacio de la Aduana.
Moneo quiere venir a explicar el proyecto
El arquitecto Rafael Moneo, autor del proyecto del hotel previsto en Hoyo de Esparteros, se ha ofrecido a venir a Málaga a explicar el proyecto a los grupos políticos y personas interesadas, según desveló ayer el alcalde, Francisco de la Torre, que dijo haber recibido una carta en este sentido del arquitecto. De la Torre se mostró a favor de esta iniciativa, pero especialmente instó a Braser, la promotora del proyecto, a que cumpla con el convenio urbanístico que firmó con el Ayuntamiento y abone los cinco millones de euros que le adeuda.
El pleno ratificó la moción de IU para que se analice jurídicamente la anulación de ese convenio, y se instó al equipo de gobierno a «la conservación adecuada del edificio de La Mundial y a impulsar la rehabilitación de este inmueble, modificando el actual planeamiento urbanístico del PEPRI Centro».