Te llamaban el lobo, lobo de la mar.
hombre de cuerpo grande, y alma de mucha bondad, por el frio. El sol, y el mar tenia la
Piel arruga, y poseía un gran sentimiento en ayudar a los demás.
La mar era su sueño y a la vez su rival,
Siempre la llevaba en su pensamiento
Porque de ella tenía que sacar
Para poder a sus nueve hijos alimentar,
A las cuatro de la madrugada
A sus hijos primero solía llamar
Matías, José, Paco, Juan, vamos arriba, levantarse
Que el sol al salir esta.
Después de levantar a sus hijos,
De puerta en puerta va,
Llamando a los de más marineros
Que fueran hacia la barca para ir a la mar.
Tenía este hombre, gran fuerza de voluntad,
Y no recateaba esfuerzos en buscar, esos copos de
Jureles y boquerones
Con los que todas las noches solía soñar.
Los jabegotes le tenían un gran respeto
Por sus hazañas en la mar,
Que con su barca de nueve remos
Y sus marineros desafiaban el vendaval.
En tierra era hombre de gran humanidad,
Tenía gran Fez y corazón,
A la Virgen de los Remedio todos los años iba a visitar
Y le gustaba disfrutar en Navidad y San Antón.
Esta es parte de la vida de este hombre de la mar,
Escrita por su nieto que sigue recordando,
Como observaba, en la popa de la barca
A la hora de calar echando la red a la mar
J.R. Lobo