¿E U R O P A?

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Vaya uno a saber cuando entiende que, tal vez, vamos yéndonos hacia el sumidero de la desesperanza y la insolidaridad más crueles e injustas.

                                               Dinamarca, país “envidiable” por muchas buenas razones, suponemos, va a dejar a los “refugiados” que logren llegar a su territorio con apenas 1.340 euros  ¿para gastos corrientes?, mientras el resto de sus bienes contables que osen llevar encima  podrá ser “confiscado” por las autoridades europeas y danesas. ¡Fantástico!, como para recordar la vieja capacidad de “acoger” a quienes más lo necesiten, desesperadamente buscando un “refugio”.

                                               Dicen que si Felipe González es “dios”, Susana Díaz, es su “blanca paloma” o su “profeta en la tierra”, vigilantes de las “esencias”  que deberá observar, ¡sí o sí!, el bueno de Pedro Sánchez que, por cierto y siquiera por un instante se le puso cara de presidente, habrá de someterse a ciertas prevenciones insalvables, tales como que . . . podría ser bueno incluso abstenerse y facilitar al PP la investidura, al partido de la corrupción nauseabunda, estructural, sistémica, . . . sin que se les abran las carnes a los pantocrátores del PSOE, ¡mecachis!. . . para el buen devenir de una Europa enfangada hasta el cuello en la miseria moral, en la defección de la nobleza mínimamente exigible y exigida.

                                               Y siempre habrá un resquicio para algún haz de luz que nos traiga . . . aire fresco. La ministra francesa de Justicia, Christiane Taubira,  ha dimitido, por ideología, por defender la preeminencia de la Justicia, de la libertad sobre la seguridad, del imperio de la ley por encima de la implantación de todo Estado de excepción. Porque todavía en Europa hay esperanza para que aún merezca la pena luchar por los ideales que entusiasmaron a tantos y tantos resistentes contra la barbarie y la tiranía.

                                               Aunque regrese de inmediato el desánimo. Estamos asimismo en tiempos de barato y rastrero utilitarismo. Como cuando vemos cómo se han cubierto obras de arte, esculpidas por amor a la belleza, en Roma, ante la visita del presidente iraní, porque se jugaban contratos por valor de 17.000 millones, ¡ah era por eso!, para que aquel y su séquito no tuvieran ocasión de “escandalizarse”,¿?, frente al entreguismo de nuestra civilización y sus manifestaciones a los brazos de la intolerancia y el fanatismo, siempre y por cierto en nombre de los dioses que deben inspirar tanta mentalidad chata y rácana como para escandalizarse ante una escultura de una mujer desnuda.

                                               Y entretanto nuestro país habiendo acogido solo 18 refugiados llegados a Europa, sin que ningún orate religioso, purpurado y mitrado, haya levantado la voz, si no es para habernos metido la mala saña en la sospecha por adelantado ante quienes más sufren; mientras paralelamente, un sacerdote español, dedicado a la atención misericordiosa hacia los inmigrantes y refugiados, ha sido expulsado de Tánger por “molesto”, ante el silencio cómplice y culpable de las autoridades eclesiásticas, por haberse atrevido a “criticar” la gestión de la frontera Marruecos con España.

                                               Torre del Mar   enero – 2.016