¿V A L E T O D O?

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En el Estado de Carolina del Norte, se ha establecido un enfrentamiento contra la ley nacional que pretende defender los derechos de los transexuales, y al efecto se va a desarrollar una orden sui géneris de los gobernantes carolinenses por la que “se prohibirá el uso de los baños públicos a quienes no corresponda su sexo, el sexo que se les asignó al nacer, de acuerdo y sujetos al logo que ponga en cada acceso a cada baño”. Así que, “los chicos con los chicos y las chicas con las chicas”. Sin extraños arrejuntamientos que se presenten como sospechosos para los vigilantes de la moral más ortodoxa, según los que “se haya asignado de nacimiento”.

Ha aparecido, por otra parte, un reportaje en una revista conocida como “Bilboard” en la que aparece una fotografía de un grupo musical femenino, en la que una de las componentes del grupo aparece con “dos pies derechos solos” .

Y uno que es un antiguo se queda perplejo y sospecha que ya no se puede fiar de que lo que le muestre una foto corresponda a lo que se haya retratado, cuando ni siquiera la imagen se avenga a la imagen fotografiada.

Y es que la “virtualidad” tal se esté superponiendo a la realidad ¿?

Y sin embargo “no vale todo”, y nada es suficientemente insignificante como para rendirse ante tanta desesperanza.

Así hoy he podido escuchar al periodista Ángel Sastre, uno de los tres periodistas que han pasado 300 días secuestrados en Siria. Cuando le preguntan sobre qué mensaje nos puede facilitar sobre su terrible experiencia, Ángel Sastre nos remite a la necesidad de no olvidar a las víctimas diarias, más de cien muertas cada día a causa de los bombardeos indiscriminados, que en Siria ya no encuentran la forma, el lugar de vivir “medio dignamente” en un país fallido, destruido, sujeto de crímenes de lesa humanidad . . . sin responsables hoy en día que muestren el rostro del horror y y el asesinato en masa.

En el mismo sentido cabe recordar la heroicidad de un médico anónimo, de Oriol Mitjá: Un español casi desconocido, un héroe humanitario. Mitjá “aterrizó en la isla de Lihir, en Papúa, para realizar una suplencia de un mes, donde descubrió una enfermedad cuasi medieval, el pian, provocada por una bacteria que borra los rostros y deforma las piernas. Afecta a 500.000 personas, sobre todo niños, en 13 países de África, el sureste asiático y el Pacífico occidental. Mitjá descubrió que “ una sola pastilla de un antibiótico barato, la azitromicina”, es capaz de acabar, en un 96% con la enfermedad”.

“Cuando veo un grupo de niños jugando felices, saltando y corriendo, cuando solo unos meses antes estaban sufriendo el pian, llenos de úlceras, me siento muy satisfecho. Es lo que da sentido a mi vida y me hace sentir trabajando”, proclama el médico que puede erradicar la segunda enfermedad humana del planeta.

Se podría erradicar la enfermedad en el mundo. Mitjá solicitó ayudas al Ministerio de Economía español, al gobierno australiano, a la Comisión europea . . . No consiguió ninguna. El tratamiento costaría 300 millones de euros. La farmacéutica Pfizer, que tuvo un beneficio neto de 7.745 millones en 2.015, ha rechazado una donación de azitromicina contra el pian”.

Y nuestro compatriota Oriol Mitjá solo puede que lamentarse.

Y ya no sabemos si elegir entre la esperanza o la desesperanza.

 

Torre del Mar mayo – 2.016