REGRESA LA CASTA

  • Categoría de la entrada:Opinión

Pues claro, poco a poco, regresa la casta a sus cuarteles tras los últimos sobresaltos, para encerrarse por dentro, para reconstruir el bipartidismo incólume, flanqueado por los fieles que contuvieron el aliento ante las novedades que se anunciaban, para acabar como casi siempre, con la mugre amoral por montera, puestos los centinelas en las almenas para vigilar cualquier movimiento muy sospechoso, “muy comunista” por definición incorporada al mantra de los vencedores pírricos de los perdedores exultantes.

Cuasi eliminado el peligro consagrado, señalado, para enaltecer el orden y la estabilidad que siga haciendo de las suyas con el beneplácito tácito de una parte considerable de la población.

Y se cumplió la consigna a rajatabla. Y los antisistemas, los chavistas, los comunistas, los populistas . . . y gente de esa jaez hasta algo más de los cinco millones de compatriotas votantes relegados a la condena permanente.

Con el “manoseo” asumido de una mayor parte de la población habiendo avalado la rapiña, el compadreo y la corrupción institucional, por tiempo indefinido, justificándose, tal vez, con el “todos somos iguales” o “todos haríamos lo mismo”, y resulta desolador que esa falta de principios y valores parece que se ha apoderado del devenir, cuanto menos inmediato.

Y la realidad se impone, al menos imperceptiblemente, con las fuerzas que se dicen “constitucionalistas”, vueltas a encerrarse para restañar las magulladuras, porque saben que, en realidad, se retroalimentarán cuando sea preciso . . . medio devorarse para seguir permaneciendo cerca del machito del poder, como testaferros perfectos del “cambalache” instalado como una tormenta perfecta que deje, al cabo, todo o casi todo como estaba.

Porque al cabo se trata de la buchaca, medio vacía, pero la buchaca propia que permita siempre soñar con el pelotazo como si de un gordo de la lotería se tratara, persiguiendo el enriquecimiento obsceno y nauseabundo, venga de donde venga, venga como venga, mientras los celadores actuales del poder real sigan muy atentos a conservar el estatus, ¡cómo no, si es lo que les asegura su preeminencia!.

Porque se ha tenido miedo al enemigo vestido y señalado de enemigo, y se ha apostado por un partido en cuyo seno crecían las tramas para delinquir. Y ¡todavía creemos que el timo del toco mocho está obsoleto!.

Torre del Mar junio – 2.016