Nueva disputa entre Ayuntamiento de Málaga y Junta de Andalucía a cuenta de las competencias sobre un cauce público. Pero a diferencia de la continuas discrepancias sobre la limpieza de los arroyos en los tramos urbanos para prevenir inundaciones (a la administración regional le corresponde retirar la maleza y a la local, los residuos), en esta ocasión ambas administraciones se pasan la pelota para eludir el arreglo de un puente que cruza el arroyo Jaboneros en la barriada de La Mosca, en la zona conocida como Los Muñoz, que lleva prácticamente un año cerrado al tráfico debido al deterioro en su cimentación. Después de que la Delegación Territorial de Medio Ambiente enviara en dos ocasiones (julio y septiembre del año pasado) sendos escritos al Consistorio instándole a que refuerce la estructura para evitar el riesgo de derrumbe asegurando que es de titularidad municipal, ahora es la Gerencia Municipal de Urbanismo la que también se lava las manos y apunta al Gobierno regional.
«Consultados los archivos del Departamento de Arquitectura e Infraestructuras, no constan antecedentes de que dicho puente fuese ejecutado por este Ayuntamiento, por lo que al encontrarse en el arroyo Jaboneros estimamos que debió de ser ejecutado por la antigua Confederación Hidrográfica del Sur –organismo estatal que fue sustituido en 2005 por la Dirección General de la Cuenca Mediterránea Andaluza con el traspaso de competencias en materia de aguas–, ya que está ubicado en zona de dominio público hidráulico». Éste es el escueto escrito que Urbanismo notificó ayer a Málaga Ahora en respuesta a la pregunta que este grupo municipal formuló en el pleno del pasado mes de diciembre sobre cuál había sido la actuación del Ayuntamiento tras la advertencia de la Junta. «Han tardado ocho meses para reconocer que no han hecho nada, y encima lo hacen divagando», critica la portavoz de Málaga Ahora, Ysabel Torralbo.
Camino cortado
El resultado es que, a día de hoy, nadie se responsabiliza del arreglo de este puente, que al estar cerrado al tráfico obliga a los vecinos de la zona a atravesar el cauce por otro punto. Al margen del riesgo por seguridad vial, otro aspecto que preocupa a los residentes de La Mosca es la posibilidad de desbordamiento debido a que los ojos del puente están taponados después de que los trabajos para retirar los sedimentos acumulados fueran interrumpidos precisamente para que sirvieran de apoyo y evitar que se viniera abajo. Una decisión que, esta vez sí, fue acordada por técnicos de ambas administraciones durante una inspección conjunta realizada el verano pasado en la que ante el mal estado se decidió bloquear el acceso colocando una valla y no extraer los sedimentos bajo el mismo para que no afectara a la estabilidad de la estructura.