Los vecinos tienen distintos parecer. Los que viven en las viviendas más próximas al paseo marítimo ven que ello les perjudicaría también porque no tendrían donde dejar sus coches en una barriada donde la escasez de aparcamientos es notoria. Otros, sin embargo, verían acertada la medida, pues sostienen que el paso de vehículos por el paseo marítimo constituye un peligro, ya que muchos de ellos no respetan la limitación de velocidad.
El debate parece haberse abierto después de que algunos colectivos plantearan la necesidad de suprimir la circulación y los estacionamientos de vehículos por las calles Banda de Mar y Quitapenas. Una reivindicación contemplada, entre otros, por la propia asociación de vecinos de El Palo, que en un documento demanda la reforma del paseo marítimo, con la peatonalización de ambas calles y la recuperación del edificio de Casa Pedro para poner allí una escuela de hostelería o la construcción de otro equipamiento. Su petición, que parece haberse reactivado en las últimas fechas, no ha pasado desapercibida, pues la idea no a todos los del barrio gusta. Así, Rafael Caparrós, presidente de otra asociación vecinal de El Palo, la Asociación Zona Popular, se muestra totalmente en contra de esta medida y tras celebrar la semana pasada una reunión, la directiva de este colectivo acordó recoger firmar para oponerse a la peatonalización del paseo marítimo de la barriada. «Creemos que no se ha contado con los vecinos y la medida sería un desastre tanto para los propios vecinos, que no disponen de aparcamientos cercano, como para los hosteleros, que no estarían de acuerdo porque la gente dejaría de acudir a sus negocios». A su juicio, el declive del célebre restaurante Casa Pedro, que lleva años cerrado, «sobrevino precisamente cuando suprimieron los aparcamientos que había a su alrededor, y si desaparecen los 180 aparcamientos que existen en la actualidad desde el colegio próximo a Jaboneros hasta el arroyo Gálica, esto traerá la ruina a los bares de la zona».
Javier, propietario del bar El Varadero, situado en el mismo paseo marítimo, es de la misma opinión. «Si quitan los aparcamientos lo sufriremos. Lo que deben hacer es ampliar el paseo hacia la playa y poner aparcamientos en batería para que puedan estacionar más vehículos».
Algunos vecinos y pequeños comerciantes de la zona consultados consideran, sin embargo, que el tráfico constituye un peligro y un estorbo y no todos temen un descenso de visitantes a sus negocios. «En Pedregalejo no hay aparcamientos en el paseo marítimo y la gente va y llena los bares y no tienen que estar pendiente de si los niños cruzan y viene un coche», afirma Laura. «Es verdad que aparcar nos cuesta mucho, pero la carretera es un peligro», señala