La EMT incorpora a la flota cinco nuevos megabuses de 18,75 metros de largo

Con los cinco megabuses recién adquiridos, el importe total de la compra asciende a 17.979.300 euros (más IVA).

Estas unidades de la marca MAN, con carrocería de la empresa española Castrosua, son un 5% más grandes que la medida estándar de autobuses articulados. El autobús mide 18,75 metros, casi un metro más de lo que miden normalmente los articulados, lo que contribuye a mejorar el espacio interior destinado a los viajeros. Cada uno de ellos permitirá el viaje de más de 150 pasajeros, y contribuyen a mejorar la comodidad y capacidad de las líneas 3, 11 y 15, a las que serán asignados. Todos los megabuses cuentan con desfibriladores, que incrementa considerablemente el espacio cardioprotegido.

Por otro lado, consumen un 26% menos de combustible a pesar de contar con un motor de mayor potencia (un 20% más) que los autobuses a los que sustituyen. Esto permitirá un ahorro a lo largo de un año, considerando los 5 nuevos autobuses, de más de 37.000 litros de combustible, lo que implica una reducción en emisiones de gases de efecto invernadero (93 toneladas de CO2).

En cuanto a las emisiones contaminantes, la reducción alcanza (respecto a las unidades a las que sustituye) valores de hasta un 99%. Reduce el nivel de emisiones de CO en un 99,73%, los hidrocarburos en un 99,89%, los NOx en un 96,63% y las partículas en un 97,61%.

Contra la contaminación

La lucha contra el cambio climático pasa por el uso eficiente de los recursos, por ello, el transporte en autobús se muestra como la herramienta más eficaz para disminuir el nivel de emisiones contaminantes en las ciudades. Cada autobús es capaz de quitar de las calles una media de 80 coches en cada una de sus salidas. Si a ello se le une la optimización del espacio público debido a la cantidad de superficie que necesitan los coches para circular (en contraposición con el espacio ocupado por un autobús), se puede concluir que el uso del autobús es una de las mejores formas de luchar contra el cambio climático.

Las líneas de alta capacidad (macrolíneas) han sido las que han experimentado los mayores incrementos de viajeros. La posibilidad de recorrer la ciudad de un extremo a otro sin tener que realizar transbordo resuelve las necesidades de movilidad de un amplio sector de la población malagueña que confía día a día en el autobús para sus desplazamientos.