Como comprenderéis, en cuanto portavoz de leyes eternas divinas, que excluye según parece, la tendencia gay relativa a los quereres (¡valiente Fabricante!) mas bien de naturaleza demoníaca, es decir perteneciente a su competidor Satán, ella ( la iglesia Católica), tiene que defender lo correctamente diseñado por Dios ( la heterosexualidad) y no por el Demonio (la homosexualidad).
Conclusión: que o bien Dios crió por error a estos seres "perversos y desviados" (gays) o bien que los muestra a la sociedad como ejemplos de lo que no debe ser un hombre o una mujer "normal". Cualquier cosa menos reconocer la gilipollez del argumento propio de esa jerarquía de piel blanca, manos finas y modales amanerados.