Ahora uno va a cualquier "restorán" y sin necesidad de exigirla encuentra al margen la lista de alérgenos que puedan encontrarse en el menú, para que el cliente decida lo que pueda o no pueda digerir.
Son los nuevos tiempos que han mejorado nuestras vidas, sin duda, a poca aplicación que se preste al despliegue de tantos contratiempos, avisados por cierto en letra de imprenta y con todas las garantías.
Antaño resultaba que abusaban los cólicos, tal y como escuchábamos los pequeños las conversaciones de los mayores, y a quien más quien menos le había dado cualquier noche un buen cólico que, por cierto, se intentaba paliar con unas infusiones de manzanilla. Mientras no llegara a ser miserere para que pudiera seguir contándolo.
Hoy en día te hacen un plan de futuro personal sobre la salud o la enfermedad que se te avecina tras un simple análisis, como para concitar todas las alarmas con adecuada antelación, porque, qué demonios, los tiempos han cambiado y han mejorado, sujetos a las certidumbres bien analizadas antes de que sea tarde.
Y así una familia puede detectar que su retoño, hoy en día abundan las lecturas, las conversaciones y las confidencias al punto, es un "intolerante" a la leche, por ejemplo, y se le privará al pequeño o a la pequeña de tomar cualquier porción de nada que contenga sustancias lácteas, sin haber acudido siquiera al especialista médico que debería encargarse del diagnóstico más prudente y exacto.
Pero enfín son los nuevos tiempos que con alguna frecuencia nos llevan a adelantarnos, o uno no sabe muy bien …
Puestos ante la realidad de quienes no pueden consumir gluten, con prescripción médica incluida, como para que de paso la "fielísima decisión del Vaticano al ¿dogma?" frene y prohíba la posibilidad de que "comulguen", exactamente, el cuerpo de Cristo transfigurado en la hostia y el vino consagrados.
Y en ese brete estamos ahora, como si no hubiera otro asunto mayor, ¿o sí?, cuando se habla de la Verdad interpretada por los "doctores de la Santa Madre Iglesia", que los tiene, y allá ellos con lo deciden y allá la feligresía si decide creer y cumplir lo que se les anuncia.
Y es que a veces uno sospecha que los "nuevos tiempos" no son tan nuevos.
Torre del Mar julio – 2.017