Y los nuevos impuestos incidirán en el alcohol, las bebidas refrescantes y a las sociedades empresariales. En contra de lo que dijeron antes de celebrar las elecciones. Aunque al vino, es un gran negocio español, y la cerveza, se vende mucha a los turistas, otro gran negocio, no se les toca.
Y explican que lo hacen por nosotros, por nuestra salud. Y si eso fuera verdad, pues entonces prohibirían los refrescos, por ejemplo, para acabar con la obesidad, con la diabetes. . . y al cabo uno cree solo les obsesiona el afán recaudatorio.
Y así mientras les sigamos permitiendo la desfachatez, la misma que tuvo el señor Rajoy al contestar sobre qué reformas asumiría, reformas aprobada mayoritariamente en el Congreso, que solo las que le obligase la ley. Es decir de lo que desee la mayoría de los representantes de la ciudadanía . . . pues ¡pasando!, y del diálogo y la capacidad de pactar, pues “ná de ná”.
Y así día tras día en fase de desahogo moral que trate desesperadamente que todo continúe igual. Y de nuevo los alardes de injusta impostura. Por ejemplo, permitiendo que Cristiano Ronaldo, el deportista mejor pagado de España, icono de miles y miles de jóvenes, con cerca de ingresos del astro en 72 millones de euros anuales, factura a través de Irlanda para tener que pagar un 12% en lugar de un 52%.
Pero no importa, ya pagarán los mindundis, fumando sus penurias un poco más caras.
Pero no importa si seguimos permitiendo la indecencia diaria, ahora que el gobierno del PP ha vuelto a mentir sobre sus intenciones tras las elecciones, mientras mucha gente seguirá aplaudiendo con las orejas.
Y de remate el gobierno se va a decidir a prohibir pagar en metálico más allá de los 1.000 euros. Para que todos tengamos “que declarar” y pagar el IVA, y el gobierno pueda seguir cobrando de los menos ricos.
Pero todo ¿lo seguiremos aguantando durante cuánto tiempo?
Y de paso exigiendo la subida digna del salario mínimo intersectorial.
Torre del Mar diciembre – 2.016