De todos estos años, los vecinos sacan una conclusión: ninguna administración les ha regalado nada, tampoco el paseo marítimo inaugurado hace 30 años, allá por junio del 83. «La asociación de vecinos nace porque esto era un desahucio masivo, el interés era sacar a la gente de aquí y mandarla a un gueto porque tenía que ser el escaparate de Málaga», recuerda Adolfo García, dirigente vecinal.
Los vecinos, recién estrenada la democracia, se negaron a que un primer grupo fuera trasladado de forma temporal a La Palmilla y comenzaron a pelear por mejoras.
El primer presidente vecinal, José Antonio Castro, recuerda que ya empezaron en 1975 y que, tres años más tarde, «el mar se estaba comiendo la playa, las casas estaban en ruinas y negociamos con el Ayuntamiento y Obras Públicas». Entre las cuestiones planteadas entonces, el saneamiento, la limpieza, la recuperación de los Baños del Carmen y una solución para las carcomidas playas de Pedregalejo y Las Acacias.
La asociación de vecinos participó desde el primer día en el nacimiento del paseo marítimo que puso de moda el barrio y lo colocó en el primer mundo, aunque durante años los vecinos tuvieran que soportar una movida que obligó al Ayuntamiento, a finales de los 80, a reglamentar contra el intenso ruido. «Esto era el polvorín de Málaga», resume Adolfo García.
Treinta años después de ese paseo marítimo costeado por el antiguo MOPU, que aportó 200 millones de pesetas, y el Ayuntamiento de Málaga, que puso 19, la propuesta municipal de un nuevo paseo marítimo para Pedregalejo y Las Acacias, adelantada por La Opinión el pasado domingo, ha puesto en guardia a la asociación de vecinos por varios motivos.
«Pedimos un plan especial de Pedregalejo que está en el PGOU, desde el norte de la calle Bolivia hasta los espigones, algo propuesto por la asociación desde 1994», destaca Adolfo García, que cree insuficiente la llegada únicamente de un nuevo paseo marítimo.
Ese plan especial, detalla el presidente de la asociación de vecinos Antonio Delgado, incluiría reivindicaciones históricas como la eliminación del profuso cableado de las calles Pepote y Menita, el arreglo de la plaza de las Palmeras y la reforma de la calle Bolivia. «Actualmente es un desierto y queremos que sea un paseo, como en la avenida Juan Sebastián Elcano», comenta Adolfo García.
Para Antonio Delgado, «el alcalde tiene que priorizar, no se puede gastar dinero en un puerto deportivo del Morlaco, con los Baños del Carmen y Pedregalejo como están», y además le pide a Francisco de la Torre que «del puerto deportivo del Morlaco que se vaya olvidando», una infraestructura a la que se opone la asociación.
El presidente vecinal aporta otra exigencia que plantearía el nuevo paseo marítimo, enfocado como parece a ser un nuevo Muelle Uno: el uso de las viviendas. «La Ley de Costas contempla que las casas no pueden aumentar de altura, volumen ni superficie y lo que nos preocupan son los usos», expone, por eso reclama que las viviendas que se vendan mantengan el uso residencial «y no se conviertan en bares de copas porque si no nos hemos cargado el barrio».
En este sentido Francisco Soto, dirigente vecinal, y Adolfo García alertan de que la especulación podría promover una venta rápida de viviendas con la consiguiente expulsión de los vecinos de esta barriada tradicional popular. «El uso está perfectamente delimitado en el PGOU, por eso en el plan especial de Pedregalejo el uso tiene que ser mayoritariamente de viviendas», señala Adolfo García, que se muestra escéptico ante las palabras del concejal de Cultura, Damián Caneda, el pasado domingo en este diario, cuando habló de que habría actuaciones de música en directo. «Esto no puede hacerse para descongestionar el Centro y volver a los años 80 y 90. Eso se llama especulación y la gente se marcha, cuando este es un barrio donde viven ciudadanos», precisa, por eso pide «plazos y fases» en las ventas, para evitar la especulación.
«No quitamos que se pongan tiendas de comestibles, mercerías… la preocupación es que se pongan bares de copas y llegue el ruido», comenta el presidente vecinal.
Adolfo García hace balance de estas últimas décadas, con el plan de los Baños del Carmen en la estacada, el paseo marítimo del 83 y una biblioteca pública costeada por el plan Zapatero y concluye que «los déficit en esta parte de la ciudad son altísimos». Y con respecto al nuevo proyecto municipal en sí, que continúa la estética de la nueva zona portuaria, con toldos escalonados idénticos para los establecimientos, pérgolas, más zonas de descanso, paseos de madera o arenisca y carril bici, los vecinos apoyan la idea de renovar el viejo paseo pero tienen dudas de que todo eso quepa en el estrecho espacio actual.
Por eso, Adolfo García plantea la pregunta del millón: «¿Todo eso cabe ahí?, Costas no es partidaria de mover el muro y tienes el espacio que tienes». En su opinión, la única solución posible para incorporar el carril bici sería colocarlo fuera del muro, ya en la playa.
«Un carril bici necesita de dos metros y entonces no habría espacio para los peatones», argumenta.
Por este motivo, la asociación de vecinos de Pedregalejo aprovecha para pedir a la Dirección General de Costas que se pronuncie sobre el proyecto. Si no se come terreno a la playa, las actuales leyes de la Física no permiten que quepa todo lo proyectado.
@alfonsvazquez