Avanzando hacia el desmantelamiento de la sanidad pública

1) La bajada de impuestos. Como ya se ha señalado reiteradamente la «rebaja de impuestos» que anuncia el Gobierno es en realidad el anuncio del desastre. Menos impuestos conllevan inevitablemente un empeoramiento, en cantidad y calidad de los servicios públicos porque estos precisan para su mantenimiento de una recaudación suficiente y progresiva, circunstancias estas ninguna de las cuales se dan en la propuesta fiscal del Gobierno. Este tipo de propuestas se circunscriben en la lógica neoliberal de los que propugnan «menos Estado» y tienen como objetivo dinamitar los sistemas de protección social en los que se basa el Estado del Bienestar 2) Favorecer el aseguramiento privado mediante las desgravaciones fiscales de los seguros médicos privados, que tiene un triple efecto, primero disminuye aún mas los ingresos tributarios con lo que debilita al sistema pública, luego supone una subvención de todos los contribuyentes de los seguros sanitarios de unos pocos (los que tienen mayor poder económico) y por fin favorece el aseguramiento privado que ya ha venido siendo potenciado por las exclusiones de colectivos de la cobertura sanitaria realizada a partir del RD Ley 16/2012. 3) Los recortes. Se plantean nuevos recortes sobre los trabajadores sanitarios, suspendiendo las contrataciones de interinos, aumentando las horas de trabajo y disminuyendo los salarios, de unos profesionales que hace tiempo están al limite (recuérdese hay ahora 53.000 trabajadores menos en la Sanidad Pública) y que han visto muy reducidos ya sus salarios mediante congelaciones y bajadas salariales. Sus efectos serán un aumento del deterioro de la Sanidad Pública restándole capacidad para responder a las necesidades de la población y empeorando la calidad del servicio. Los efectos de los recortes efectuados hasta ahora los vemos diariamente: listas de espera, cierres de camas, etc. 4) Los nuevos copagos para los usuarios de la Sanidad Pública, como el aumento de los copagos en farmacia, o el establecimiento de copagos por consultas, hospitalización o urgencias. Estos copagos suponen un obstáculo fundamental para el acceso a prestaciones necesarias para las personas mas enfermeas y con menos recursos, tal y como se ha objetivado con los copagos farmacéuticos establecidos por el RD Ley 16/2012 (un 14,76% de la población no retira medicamentos prescritos por motivos económicos, el 20% de los pensionistas y el 23% de los parados). 5) Además, y aunque no estén contempladas en este paquete están las privatizaciones en aumento que suponen sobrecostes para las administraciones sanitarias y un empeoramiento de la calidad asistencial. Privatizaciones que continúan, a pesar de la imagen que se ha dado después de la victoria conseguida en Madrid, y que en general han adoptado unas formas menos visibles como las derivaciones a los centros privados, pero que en algunos sitios como Galicia (hospital de Vigo) o Aragón (hospital de Alcañiz) siguen con las estrategias tradicionales. En resumen estamos ante unas propuestas que deterioraran mas una Sanidad Pública ya muy castigada por los recortes e impondrán mas barreras al acceso a las prestaciones sanitarias necesarias para los mas pobres y los mas enfermos, un verdadero «impuesto sobre la enfermedad», pero además avanzan en esa estrategia del PP que es fraccionamiento de la cobertura sanitaria favoreciendo el papel del aseguramiento y la provisión privada, un verdadero desastre para la Sanidad Pública y para nuestro país