Fijémonos en esos chavales que sin haber escuchado flamenco en su entorno nunca, un día, al escuchar un fandango descubren un universo en el que se cruzan, en una especie de tormenta emocional, un montón de sensaciones, sentimientos y pasiones. Un descubrimiento fantástico en el que s encuentran un entramado musical y filosófico para poder desarrollarse, lleno de luces y sombras, de zonas de expansión y de recovecos propicios para el análisis y el autoconocimiento. Y siempre con y para el arte….
Entendemos la música clásica como la música culta, porque se estudia en los conservatorios y su aprendizaje está regulado. Sólo existe una línea de estudio y de interpretación. Y todo lo que se salga de ahí, simplemente no vale… Se escribe una ópera nueva en el mundo cada 5 años, y de discutible calidad… Llevamos tocando las cuatro estaciones de Vivaldi desde 1725, siempre igual, sin ninguna variación…. (como es perfecto… ¿para qué?). Y como contrapartida, el concepto de la pureza y los puristas en el flamenco nos parece ridículo… que lo es…. Pero tanto, como los puristas del clásico, que ganan en porcentaje…
Y así seguimos, sin que la Junta de Andalucía, o quien sea, de un paso definitivo para incorporar el flamenco en el plan de estudios de nuestros infantes…
Por lo pronto, el flamenco, lleva 200 años sufriendo, unas veces el desatino, otras la indiferencia y las más, el ostracismo de las instituciones, siempre agachado y casi pidiendo perdón por ser como es… Aunque eso si, nunca fue música de minorías, porque nunca fue mala música.
Mientras que en 2013 quitaron la figura del director del Centro Andaluz de Flamenco (porque no hacía falta) relegando la importancia del centro a la de mero archivo documental, nos enteramos recientemente que un señor ha estado cobrando dos años más de 2000 euros por ser director del mismo, sin saber que cobraba por eso… Esta desfachatez que no merece más consideración que la que merecen los corruptos que tan hartos nos tienen, contrasta espectacularmente con que en los National Dance Awards británicos, sean finalistas la compañía de Paco Peña con su espectáculo “Flamencura” en la categoría de Mejor Coreografía Clásica, Israel Galván en la categoría de Mejor Intérprete Masculino (Moderno) y Rocío Molina en la categoría de Mejor Intérprete Femenina (también Moderna).
Imagino que son las incongruencias de la diversidad… Mientras que en España se utiliza el flamenco para ocultar intereses de dudosa legalidad, en el resto de los países lo sitúan entre algodones a la altura del arte culto y de su propia cultura…