Boronía – El libro de Morente (Especial Flamenco – Volumen II)

Vivió una  primera etapa en los últimos años de los ochenta, cuando se publicaba cada dos meses y se distribuía gratis. Las culturas emergentes de esos momentos protagonizaban principalmente sus contenidos. Dos décadas después, en septiembre de 2009, se puso en marcha un renovado proyecto con un nuevo equipo, donde siguen participando algunos de los fundadores que protagonizaron la primera etapa.

La frase que aparece en el prólogo del último número “es una revista extraña, que sale cuando puede y habla de lo que le gusta”, acompañada de un poco de imaginación, la encuadra perfectamente y ya insinúa cierta originalidad.

Boronía nace impulsado por el arte y la historia de Córdoba, pero también se abre a todo tipo de artistas y culturas aunque no estén relacionados directamente con ella. Este milenario entorno andaluz, aporta múltiples razones culturales para el nacimiento y existencia de la revista. Una de ellas es el Flamenco, al que le concede protagonismo exclusivo en algunos de sus números. Ya lo hizo el año pasado, allá por el verano, editó un especial Flamenco, lleno de erudición y con aromas de arte en las ilustraciones. La portada fue dedicada a Enrique Morente y el contenido se inicia con una extensa entrevista al artista.Boronía - El libro de Morente

En el inicio de este nuevo verano, otro especial Flamenco, dedicado ahora en su integridad a Enrique Morente salió a la calle. Este número contiene más de sesenta colaboraciones de personas cercanas a él. Cada una de ellas ha relatado una anécdota vivida con el maestro. Estamos seguros que existen muchas más en sus recuerdos. Son entrañables vivencias contadas desde la proximidad, desde la admiración, desde el respeto.

El conjunto de relatos hace patente, una vez más, el valor de la humanidad y del arte de Enrique Morente; dos grandezas que siempre le han acompañado durante toda su vida.

Cuando un artista muere, algunas personas se presentan como próximas a su entorno. A veces es verdad, pero siempre no es así. En ocasiones se utiliza el término  amistad con ligereza, e incluso con pedantería. En el propio prólogo de este especial dedicado a Enrique Morente, se muestra cierto malestar por su explotación directa de su muerte. Boronía ha evitado esta corriente inmoral. Es un especial donde no ha habido lucro, de distribución gratuita y donde numerosos amigos, compañeros y admiradores cuentan anécdotas que han nacido de la  relación directa con el artista.

Las pequeñas historias, contadas con llaneza y sin artificios, nos muestran rasgos del ingenio del artista, de su sabiduría, de su aportación a la cultura, al arte, al Flamenco. Ello permite también captar pinceladas de la cultura popular de una época y de un arte sin fronteras.  Boronía, con este segundo especial dedicado al Flamenco, coordina un homenaje lleno de afecto y libre de fingimientos a Enrique Morente, artista que ha alcanzado la inmortalidad.