C E N T R O I Z Q U I E R D A

Porque en el centro está la quid, ese centro masivo que, a la postre, nos ha llevado adónde nos encontramos, en la situación desesperada que nos abruma, desde, por y para el centro que nos ha ido haciéndonos cada vez más inoperantes, ansiosos y ambiciosos, según nos iban envolviendo, desde un lado y el contrario, amaestrado el centro, sumiso y leal el centro, con seguridad, . . .desde la izquierda, con ese buenismo que fue lapidado y condenado sin compasión, desde el centro autista e insolidario, desde la derecha, por la voracidad y el «sálvese quien pueda, mientras crecen los parias y los marginados, en tanto el centro calla y aguarda el resurgir que cree se merece, hasta que las cosas vuelvan a como soñamos, cuando los valores ya no valgan y los principios solo sean una antigualla que nadie recordará. Y en esas andan obsesionados, los hombres y mujeres del partido «renovado», pugnando por pillar la estrategia perfecta, la que logre dar con la clave de volver a engatusar el centro, siempre el centro, en la madre del cordero, porque al cabo ahí se encuentra la necesidad del ser humano, la debilidad del ser humano, el clavo ardiendo del ser humano. . .por seguir sobreviviendo, . . .a merced de una derecha insaciable, injusta y selectiva, . . . a manos de una izquierda atrapada en la esquizofrenia de su supervivencia. . .a un precio demasiado alto. Y al lío se ha lanzado el prototipo electo y elegido, el ínclito Pedro Sánchez, tan fotogénico como bien hablado, «la esperanza blanca» que habrá de justificar su arrojo y su entrega al circo público, empeñado en liderar la conquista del «centro izquierda». Aunque este país necesite otra rumbo, tal vez una deriva hacia el horizonte imposible que millones comenzamos a soñar como más cerca del alcance de cuantos hemos decidido salirnos del centro, tal vez porque también hay vida fuera del . . .redil. . . ¡tal vez!. Torre del Mar 18 – julio – 2.014