Aunque lo de la conciencia nos importe a todos “una higa”, que lo de han tener tranquilo es su contribución ciudadana y reglamentaria.
Asombrados como estamos de tanta “desfachatez”, por mucho que la repitamos y se “la echemos a la cara” a los “inocentes per se” que se olvidaron, por lo visto, de presentar sus ingresos y sus cuentas a Hacienda, “habiéndose fiado de bufetes de abogados de ¿muy poco fiar?, ¡vaya por dios! . . . en los que tanto confiaron”.
Y estamos hablando de “figuras o figurones preeminentes” que no participaron en la solidaridad debida y pretendieron quedarse con más de lo que les correspondía, ¿o no?, mientras los paniaguados de a pie habremos de seguir cotizando el 20%, a la vez que sigamos contemplando el descaro de tanto infamante personaje, pasado de “listo”, por salirse de rositas, y ¿prestándonos a no pasar factura a “los golfos” después de todo?, a la vista de las “encendidas adhesiones” del “pueblo soberano” a sus “malhechores de notable relieve”.
Y se enfadan y se indignan, y se sienten traicionados, y no saben muy bien de qué se les acusa . . . toda esta patulea de arribistas y responsables públicos, todos ellos “inocentes por definición” hasta que ¿cedamos por agotamiento?.
Desde un ex director de la policía, con el hirsuto Aznar, un tal Cotino, y conseguidor supervisor en la Valencia de Monipodio y el PP, al que se le pide 10 años por “choricear” a discreción, hasta la imputación e investigación constante de toda una galería de “tunantes” que al calor del poder, en Andalucía, en Cataluña, en Madrid, en Valencia, . . . arrasando con cuanto creyeron que podían a poderarse.
Así, por ejemplo, en Valencia, durante los gobiernos de Zaplana y Camps, los gastos por la megalomanía de las megalíticas obras que osaron proyectar ascendieron a 15.000 millones, de los cuales se calcula que el coste real apenas llegó a 5.000, restando 10.000 para cohechos, comisiones, mordidas, contabilidades B, blanqueos, financiaciones irregulares.
Y no vale acogerse al “casticismo” de que esta es una tierra de pícaros porque resulta que, en principio, convendría cambiar lo de “picaros por delincuentes”, y porque han robado los que decidieron robar . . . y a cambio, por ejemplo, sacar pecho con “colegios en barracones”, ¿?.
Y aún se esperará a que el pueblo soberano “premie” a sus golfos particulares, en aras del clientelismo, por ¿servilismo debido?, ahora que nos bombardean a diario con el “peligro rojo y comunista”.
Y para muestra un botón. A Mónica Oltra la llaman ya “vieja comunista”.
Tal vez ¿porque están seguros de que volverán a votarles?. Tal vez por esa teoría de que la escoria “huele los primeros minutos” y luego ¿ya no huele?, , , aunque hayamos sido nosotros las víctimas del saqueo, ahora que ya tres millones de compatriotas han bajado de clase social, de media a baja, ahora que cerca de un millón de hogares no recibe ningún ingreso, ahora que empiezan a reconocer que tal vez “se pasaron cuatro pueblos” en esquilmarnos los bolsillos con la coartada de los recortes, ahora que ya habremos de empezar la legislatura con una deuda inicial y añadida de 14.000 millones de euros . . . por aquello de que el déficit nunca cuadró y que habrá que ajustarse por la fuerza del lento estrangulamiento.
Por mucho que sigamos queriendo “no enterarnos de nada”.
Y de paso los defraudadores insistiendo en su “inocencia a prueba de sus conciencias tranquilas”.
Torre del Mar mayo – 2.016