C O H E R E N T E S

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Y es que supo estar a la altura de su ideología, ¡natural!, tan delicado él y los suyos con las mujeres a las que, por cierto, tanto aprecian y estiman, como para tenerlas en los altares de sus querencias, porque ellos saben “que son un tesoro”, las mujeres, incluso para guardarlas bajo llave en un cofre forrado de terciopelo, por su propia seguridad y autoestima, siempre velando por las féminas, no tomándoselo a las bravas cualquier comentario de mayor o menor fortuna, o así piensa la señora Botella, sin haberse sentido especialmente puesta en solfa de merecer cariño y protección por “las atentas palabras de su candidato y compañero”

                                                            Y es que ellos y su candidato  seguro que aman a “sus mujeres mujeres” con dedicada pleitesía y afectada delicadeza para no mostrarse “superiores”, los tipos machistas que niegan y negarán su machismo con encendida pasión, ellos que quieren y respetan tanto a sus mujeres, y hasta pueden hacer una lista muy larga de las mujeres que “admiran y reverencian”

 

                                                            ¡Claro que la obsesión  que tienen estos machos y hembras alfas con tutelar y pensar en el bienestar de las féminas, por su condición femenina exactamente, es ya de preocupar!. . . .empeñados en convertirlas en mujeres mujeres, tratándolas como mujeres mujeres, a la ralea de “desagradecidas” que no saben distinguir “un caballero de un gañán”.

                                                            ¡Va a ser eso! Que de tanto insistir va a llegar un momento que el dulce amargue.

                                                            Y empecinado el tipo, y sobreseído el candidato por las hembras de su partido, ¡aquí pascuas y allá gloria!, y que siga la desvergüenza, el arquetipo ancestral y la ruina intelectual en plena coherencia con la ideología de los prebostes que se las dan . . . de machos galantes, de hembras merecidas.

                                                            Porque desde luego que son coherentes, y son lo que aparentan, aunque disimulen, tan atentos a “las damas”, como insensibles con “el dolor ajeno”, porque “ellos son como son”, tan espontáneos como botarates, tan lúcidos como inclementes con las cosas de comer que son las que se llevan a manos llenas, aunque nunca sepan nada de nada y además no les interese “el asunto”, palabro con el que nombre a cuanto no les agrade e incomode. . . menos a las damas, por supuesto, que las tratan de usted. . .  .aunque a veces se les vaya la pinza como cuando a Manuel Castelao, presidente del consejo General de la Ciudadanía Española en el exterior, dijo aquello de que“Las leyes son como las mujeres, están para violarlas”.

                                                            Y a muchos no nos hizo ni pizca de gracia.

 

                                                            Torre del Mar 21 – mayo – 2.014