«C O N A C R I T U D»

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Como para haberse enfadado una barbaridad, habiéndose dado por aludido por la referencia a «la casta», denominación que a su pesar mucha gente reconoce, sin duda, a pie de calle, sobre la cantidad de políticos o pillos, pillos o políticos . .. sin generalizar, y sin embargo . . .reconocibles como «muy pertenecientes» a una casta demasiado ajena a la realidad social, tan precaria, tan devastada, mientras los de la casta se mueven entre rifirrafes tan hueros como incruentos. Mientras el insigne Felipe González hace gala de sus méritos por «todo lo que ha hecho por España», ¡bendito!, en contra del «tal Pablo Iglesias» que según él «ex» «no ha hecho nada. . . y habla». Y uno no se siente tan molesto por ese comentario sino más bien por la soberbia que destila, en la que se supone y se refiere a «qué méritos, servicios, cosas» contabilizan a ojos del gran ex timonel. Por eso me he sentido ofendido, porque uno se siente también aludido por el tipo en su pedestal privilegiado de gran «hacedor» de cosas importantísimas, muy importantes por y para su patria, cuando todos fuimos, hemos ido y somos imprescindibles, responsables y únicos para haber sabido cumplir con nuestras obligaciones, como para que nadie venga a hacer gala de su meritocracia, reconocida si hace falta, respetada y agradecida para que el tipo, crecidito y vanidoso, se permita negar a cualquier compatriota por si ha hecho o no ha hecho o ha hecho mucho o nada, cuando aquí resulta que la tarea ha sido de todos y cada uno. Porque junto al emergente Pablo Iglesias aquí va otro, quien suscribe, que también se apunta a la denominación de casta a cuantos políticos «han sabido atrincherarse» en sus prebendas, alejándose del sufrimiento de una sociedad en precario, pagana de los desmanes de quienes les explotan, estafan y engañan, se quiera ver como se pretenda, con un alejamiento galopante de la «res pública». . . en mala hora, . . .ahora que nos viene el expresidentes Felipe González rasgándose la vestidura de su modosa ecuanimidad, ¡bendito él!, . . .de parte de un inminente pensionista, que vuelve a ser quien suscribe, y que ha cumplido con sus obligaciones públicas desde hace 39 años, escrupulosamente, sin el paraguas de ningún aforamiento y con un sentido de responsabilidad social que nadie debe poner en cuestión. . . aunque esté muy convencido que demasiados políticos funcionan como «una casta». . . hedionda y nauseabunda, incluso en contra del pueblo que dicen gobernar. Así que repliegue «querido ex presidente» sus iras contra quienes ejercemos nuestra condición de ciudadanos con la misma capacidad de acertar o equivocarnos, como usted mismo, tal vez muy alejado de una realidad que no es la de millones de compatriotas. Torre del Mar 21 – junio – 2.014