Durante 2009 la Alhambra volvió a ser el monumento más visitado de España. Casi tres millones de personas subieron hasta la colina más bella de Granada para revivir la grandeza de la corte nazarí y de los conquistadores cristianos en los palacios, jardines y almunias del conjunto monumental. La visita habitual a la Alhambra la conforman tres espacios de irrenunciable visita. Es costumbre comenzar en la Alcazaba, la primitiva fortaleza erigida por el rey Alhamar a lo largo del siglo XIII que, al igual que la proa de un barco, mira hacia la ciudad y su vega. El orden de la visita nos lleva después a los Palacios Nazaríes, la zona más valiosa y conocida del conjunto áulico, dominada por el patio de Arrayanes y la torre de Comares y el patio de los Leones y las estancias que lo rodean. La tercera visita la conforma el Generalife, el palacio de recreo y descanso de los monarcas nazaríes, situado sobre el valle del Darro, frente al Sacromonte.
A diario, la Alhambra la visitan más de ocho mil personas. Es el máximo permitido para no poner en riesgo un conjunto que se ha conservado milagrosamente con el paso de los siglos y que sigue constituyendo uno de los imanes más fascinantes para los viajeros del mundo. Pero la Alhambra es mucho más que sus estampas más reconocibles. Por eso, su patronato ha puesto en marcha cinco itinerarios que hermanan el conjunto áulico con su entorno más próximo y urbano. Sus nombres son estos: La Granada Carolina, La Ciudad Cristiana, La Mujer en la Granada Andalusí y Renacentista, La Conquista del Agua y el Territorio, Espacio y Ciudad. Las visitas, dirigidas por guías expertos, se desarrollan a lo largo de toda la semana en jornadas de mañana para grupos reducidos de tan sólo quince personas. Su duración es de cuatro horas.
La Granada Carolina
El 10 de marzo de 1526 Sevilla acogió la boda del emperador Carlos V con Isabel, infanta de Portugal. Granada, símbolo de la conquista cristiana, fue la ciudad escogida por el nieto de los reyes católicos para disfrutar de los meses posteriores al enlace. La estancia de los monarcas, junto al traslado de la corte, fue determinante para el futuro de la ciudad. Este itinerario comienza en el Peinador de la Reina, un delicioso estudiolo con vistas al Albayzín, cubierto por pinturas al fresco realizadas por Julio de Aquiles y Alejandro Mainer. Las habitaciones contiguas de Carlos V, donde siglos después residió Washington Irving, y el gran palacio diseñado por Pedro de Machuca –sede hoy de los museos de la Alhambra y de Bellas Artes- son las siguientes paradas antes de descender por el pilar de Carlos V y la puerta de las Granadas hacia la ciudad baja.
El itinerario invita a conocer la fachada de la Real Chancillería, situada en plaza Nueva, para descender después hasta la fachada de la Capilla Real y el ábside catedralicio. El Monasterio de San Jerónimo, donde aquellos meses de 1526 residió la esposa del emperador, y el Hospital Real, una de las primeras fundaciones asistenciales de Isabel y Fernando, ponen fin a la ruta.
La Ciudad Cristiana
Granada fue conquistada por los reyes católicos el 2 de enero de 1492. La incorporación del viejo reino nazarí a la corona de Castilla condujo a la transformación cultural y social de una ciudad que encaró antes que otras el Estado Moderno. Este itinerario invita a conocer la ciudad del siglo XVI hasta la definitiva expulsión de los moriscos a causa de las revueltas de 1570. La ruta se inicia en El Partal y en el contiguo palacio de Yusuf III, discurre después por la torre alhambreña de Los Picos hasta la puerta del Arrabal y se interna en la herreriana iglesia de Santa María de la Alhambra, situada al lado del palacio de Carlos V.
Una vez en la ciudad baja, la ruta invita a conocer el pilar del Toro y la fachada de la iglesia de San Gil y Santa Ana, situada a orillas del río Darro. Las calles del Albayzín sirven de escenario a las siguientes paradas: El alminar y campanario de la iglesia de San Juan de los Reyes, el patio y la fachada de la Casa de Castril –convertido en Museo Arqueológico- y la iglesia de San José, situado en el Albayzín Bajo, constituyen piezas fundamentales para entender la fusión cultural que la ciudad experimentó a partir de la conquista cristiana.
La Mujer Andalusí y Renacentista
La mujer habitó y fue protagonista silenciosa de la Granada islámica y renacentista. Este itinerario busca ofrecer un nuevo escenario de la ciudad indagando en la historia de lo pequeño, trivial y cotidiano, tan propio de aquel pasado. La torre de las Infantas, origen de leyendas románticas, es el inicio de una ruta que discurre por el pequeño oratorio de El Partal, el fascinador Harén y el Peinador de la Reina. Más allá de la Alhambra, el itinerario desciende hasta la Carrera del Darro para penetrar en el sombrío Bañuelo y en la casa morisca de la calle Horno de Oro. La iglesia parroquial de El Salvador y el convento de Santa Isabel la Real, al lado de la plaza de San Miguel Bajo, completan el itinerario antes de terminar en el palacio de Dar-Al Horra, donde vivió la madre de Boabdil, último rey árabe de al-Andalus.
La Conquista del Agua
La Alhambra es la historia de la conquista del suelo por el agua. Es una ciudad alimentada por la Acequia Real, que servía no sólo para organizar el complejo recorrido del agua por todos sus barrios y palacios, sino que abastecía también aljibes y regaba huertas como la de la Mercería, la Grande o la Colorá, que hoy aún permanecen en cultivo. El itinerario discurre por el entorno más próximo a la Alhambra. Parte desde la entrada de la acequia en el conjunto intramuros, en el llamado patio de la Sultana, para subir después hasta el mirador romántico.
La ruta permite estudiar el sistema hidráulico de los Albercones y las huertas del Generalife, así como el acueducto y la torre del Agua. La calle Real y el baño de Muhammad III es la última de las zonas que se visitan dentro de la Alhambra antes de descender a la ciudad y pasear la Carrera del Darro. Sus aguas han sido el alimento líquido de la colina y sus barrios. La puerta de los Tableros, la Coracha y el Bañuelo completan la visita.
Territorio, Espacio y Ciudad
Desde la tercera década del siglo XIII, la Granada nazarí quedó articulada en dos grandes realidades. De un lado, la ciudad civil en que estaban representados los comerciantes y los artesanos. Y de otro, la Alhambra palatina. Este itinerario articula ambas ciudades, desde la puertas de las Armas y la puerta situada junto a la torre de la Vela hasta el palacio de Almanxarra, conocido desde época cristiana como el Cuarto Real de Santo Domingo.
Entre medias el itinerario plantea un interesante paseo por la trama urbana de la ciudad palatina y la ciudad civil con hitos tan singulares como la puerta de la Tahona y la explanada junto al Mexuar, la puerta del Vino o la puerta de la Justicia. Colina abajo se alza la recuperada puerta de las Orejas, sombreada por los valiosos bosques alhambreños. En la ciudad se halla la Madraza, la Alcaicería y el Corral del Carbón, espacios próximos a la Catedral y la calle Zacatín.
Manuel Mateo Pérez
Diario El Mundo