Frente común ayer de la urbanización Pinares de San Antón y la Asociación de Vecinos del Palo contra la proyectada urbanización de 285 chalés de lujo en El Lagarillo, en una rueda de prensa celebrada en esta última sede vecinal, que contó con el respaldo de una docena de asociaciones vecinales y ecologistas.
El presidente de la Comunidad de Propietarios de Pinares de San Antón, Ignacio de Torres, alertó del «gravísimo» problema de movilidad que traerá consigo esta urbanización, así como su previa construcción, por el tráfico de camiones pesados.
En este sentido y como recordó La Opinión de Málaga, un estudio encargado por Pinares de San Antón en 2010 calculó que, por la llegada de los 285 chalés de lujo, el tráfico aumentaría 1.426 veces.
También lamentó que los vecinos no hayan podido conocer aún, por parte del Ayuntamiento, detalle alguno de la nueva urbanización, como cuáles serán las redes saneamiento y el suministro de agua potable. Por eso, trasladó el temor de que los chalés de lujo compartan la red de saneamiento de las cerca de 360 familias de Pinares, «una red que se avería cada dos por tres porque tiene 50 años». Y con respecto al agua potable, avisó de que Pinares de San Antón cuenta con «tres aljibes que están al límite».
Por último, Ignacio de Torres también hizo referencia al daño medioambiental que causaría esta urbanización y señaló que Pinares de San Antón se sumará a las movilizaciones que organicen los colectivos vecinales.
Una vecina de Pinares de San Antón señala dónde irán los chalés previstos del Lagarillo. / Alfonso Vázquez
«Despropósito y vergüenza»
Eduardo González, en nombre de la Asociación de Vecinos del Palo, calificó el proyecto urbanístico de «despropósito y vergüenza», al considerar que está «en contra de la Naturaleza, la planificación urbana y la accesibilidad», además de poner en problemas el suministro de agua.
El dirigente vecinal recordó que el proyecto también «está en contra del PGOU», que establece que el área que se quiere urbanizar «es una zona especial y establece que no se puede hacer más que los mínimos movimientos de tierra y se deben respetar las masas arbóreas».
Eduardo González, que anunció próximas movilizaciones, remarcó que los vecinos no comprenden al Ayuntamiento de Málaga, por propiciar chalés «de 4 o 5 millones de euros, en una situación social en la que necesitamos viviendas para los jóvenes».