Desde su poder inclemente, desde sus sitiales, sus púlpitos, sus ideologías y fes inmisericordes, crueles, infames y miserables, desde sus machismos disfrazados de argumentos prepotentes, soberbios, inhumanos. . .
“Paraguay impide abortar a una niña de 10 años a la violó su padrastro”. “La madre está encarcelada pese a que denunció los abusos hace un año”. “En 2.014, casi 700 menores, de entre 10 y 14 años, dieron a luz en el país, la mayoría de ellas víctimas de abusos y violencias sexuales”.
Y un país donde sucede lo que se cuenta . . .es un país absolutamente frustrado, donde los gobernantes y poderosos. . .”príncipes de lo laico y de lo religioso”. . . deberían rendirse ante el espanto que están sufriendo centenares, miles de niñas, de mujeres . . .sin que las leyes ni las doctrinas acudan a socorrerlas.
. . . Y la vida sigue. . .lamentablemente, en cada confín de este planeta cuyos pobladores humanos lo denigran a diario.
En la India se fabrican gran parte de los textiles que se consumen en el primer mundo. Las obreras, la inmensa mayoría mujeres, niñas y niños, que se dejan su vida en esa fabricación minuciosa, perfecta de los vestidos, pantalones, trajes . . . que lucen las mujeres más bellas. . . trabajan en condiciones infrahumanas, de esclavas sin paliativos. El salario mínimo está en 50 euros por jornadas de hasta 14 horas diarias.
Paralelamente las modelos más hermosas y despampanantes lucen las bellezas inaccesibles a las que deben aspirar, prácticamente todas las mujeres, sobre las pasarelas de la moda esclava de la imagen, de la imagen sometida al machismo más rampante, . . . porque las mujeres tienen la obligación de ser “literalmente perfectas”, “bellezas intachables”. . .
Por otra parte el islamismo más radical reclama “esclavas sexuales”, mujeres criadas a su servicio para la regeneración de la ¿especie humana?, de ¿su especie humana, o inhumana?.
Cuando veo una mujer musulmana sin velo, . . .veo una mujer libre y valiente.
En nuestro país, el 23% de las jóvenes, muchas de ellas menores, creen que el control y el maltrato de “ellos hacia ellas” es “una muestra de amor”, . . .y cuando quieran lamentarlo ya será demasiado tarde.
Y mientras en Paraguay una niña de 10 años, que pesa 34 kilos y mide 1,39, está embarazada de cinco meses, víctima de una violación de su padrastro. . . y va a ser obligada a continuar con su embarazo, sin haber tenido oportunidad de “decidir” en ningún momento.
Y como machos en celo, por una berrea impresentable, nuestros dirigentes seglares y clericales hurgan y ensucian la dignidad humana, a diario, en su búsqueda insana contra la capacidad negada a decidir a millones de mujeres.
Torre del Mar mayo – 2.015