Con la energía que les facilita su empecinamiento en hacer cumplir “esas normas insustituibles” que consideran sagradas, intocables e inatacables, mientras no las cambien “ellos”.
Ayer, por ejemplo, el PP y su plana mayor “decidió” avalar los matrimonios entre homosexuales, los mismos “matrimonios” contra los que habían despotricado hasta llegar a recurrirlos ante el Constitucional, asistiendo a la boda de su ínclito conmilitón de partido, el señor Maroto.
Con la falta de cintura propia de los estadistas torpes, sacamuelas, indelebles y recalcitrantes en sus ideas preconcebidas, en sus ideologías estáticas y supraintangibles, por el ordeno y mando que les sostiene . . .”fuertes”.
Como para trazar la línea que no se podrá transgredir, por la cuenta que venga a hundir a los atrevidos.
Y así se juega y juegan al blanco o negro . . . hasta que todo quede encharcado de incomunicación y despropósito hasta que no conduzca a nada más allá del desencuentro definitivo e irreparable.
Puestos en la tesitura de decantarse por los tirios o por los troyanos.
Y ahora “el asunto a dilucidar”, la consulta ¿“ autonómica o plebiscitaria”? bajo la “amenaza” de la Banca. ¿Por qué será?. Y ¿con qué valor?, esos señores al frente de esas entidades que tantos réditos consiguen . . .cuando los con siguen y cuando no . . . reciben la ayuda sustanciosa y generosa del gobierno correspondiente. ¡cómo no!. Como para que nos lleguemos a creer que “esta gente “ va a “desprenderse” de unos clientes tan formidables, por mucho que se empeñen en ser solo catalanes, ¡qué le vamos a hacer!.
Como para que alguien pueda llegar a creerse que “el arreglo” vendrá por la amenaza y el ¡ordeno y mando!, ¡de nuevo!, con una sociedad fracturada, de uno a otro lado, por la impostura, rotas las líneas para el naufragio . . . inevitable, inventándose una Arcadia emocional y sentimental . . . mal que le pese a “la razón y sus razones”.
Ahora que los poderosos se ponen a “señalar” y a “avisar”, con el personal de a pie . . . considerado “menor de edad”, desde una trinchera y la otra.
Y sujetos, pues, todos de la “alta política”, de la ingeniería que nos van haciendo a todos la puñeta que “ya han decidido”, los unos contra los otros, y los otros contra los unos, sin que resulte nada esperanzador el proceso . . . independentista o no independentista . . . en vías paralelas, con la ciudadanía expectante con tanto paternalismo desde las alturas del poder, de uno u otro color, con la Banca “avisando” porque ¿no es traidora?, pues por eso.
Porque no se puede funcionar sin media sociedad enfrentada a la otra mitad, y los dirigentes de cada facción empeñados en . . . no entenderse.
Torre del Mar septiembre – 2.015