–En el debate en torno al Plan Especial se ha pasado de hablar de proyectos culturales a un supermercado y finalmente de una tienda top ten, como el martes dijo el propio alcalde, ¿qué le parece todo esto?
–Estamos ante un proyecto controvertido con muchísimas aristas y tiene que poner de acuerdo al Puerto con el Ayuntamiento y con la ciudadanía, no es que se haga un referendum, pero hablamos de una ampliación de la zona más importante de Málaga, una apertura hacia el mar del Paseo del Parque, donde empiezan y terminan los principales equipamientos de la ciudad. Por ello, el proyecto tiene que ser lo suficientemente cultural y debe estar consensuado para ser rentable en todos los sentidos, lo que me sorprende es que a estas alturas se den cuenta de que lo mejor es una tienda, o como la quieran llamar, para clientes exclusivos. Por muy top ten no deja de ser una tienda, algo inadmisible. Málaga tiene posibilidades para que sea rentable cualquier proyecto si se hace con calidad. No se pueden hacer cosas cutres.
–El debate sigue abierto, ¿qué propone para los muelles 1 y 2?
–Equipamientos que aúnen espacios culturales importante y aspectos lúdicos, pero no me refiero a unos multicines. Yo no soy el responsable de diseñarlo, las mentes pensantes deben estrujarse la cabeza porque son las personas a las que los ciudadanos hemos delegado la responsabilidad.
–¿El supermercado no tiene cabida en ningún lugar del Puerto?
–Supermercados ya hay suficientes repartidos por la ciudad.
–Se ha hablado de museos, ¿cuál sería mejor para este espacio?
–Habría que poner un tipo de instalación que complemente el escenario cultural que tenemos. Hay que pensarlo bien y presentar un proyecto para llegar a un consenso, realmente no se me ocurre ninguno, pero seguro que un supermercado no es el equipamiento ideal.
–Habla de consenso, ¿las administraciones han consultado a los colectivos vecinales?
–Normalmente no se ocupan de esto, ésta siempre es su última ocupación y especialmente para la administración la municipal. Mira el Museo Thyssen, aún no sabemos nada, irá lo que la baronesa quiera.
–¿Qué modelo participativo sugiere para lograr consenso?
–Los proyectos podrían presentarse ante colectivos ciudadanos, que los hay en Málaga con muchísima tradición, es una posibilidad para dar alternativas. Está claro que no vamos a hacer un referéndum pero no se puede salir con cambios de criterios como los del supermercado tras dos décadas de debate, esto solo hace generar desconfianza y desconcierto.
–Más allá del tipo de equipamiento, ¿la ciudad romperá definitivamente la barrera que existe y se acercará al Puerto?
–Si se pone el supermercado evidentemente que no. Todo es una incógnita, igual que el Plan Especial, está por ver si el Puerto se abre definitivamente a la ciudad.
–¿Le gusta cómo marcha el llamado Palmeral de las Sorpresas?
–No me disgusta, pero para gusto colores. Lo importante es que sea de calidad y sirva para dar realce al centro histórico débil que tenemos.
–¿El Puerto será para Málaga lo mismo que supuso el Guggenheim para Bilbao?
–Desgraciadamente soy muy poco optimista. Aquello no solamente dinamizó la ría y le dio a aquello una importancia capital en el contexto internacional, sino que revitalizó un polo de atención creo que unánime. En España todo el mundo tenía que ir a Bilbao para ver el Guggenheim.
–¿Falta materia prima o gestión?
–Falta responsabilidad y gestión. Recuerdo que una vez vino el director del Guggenheim dijo que allí se pusieron de acuerdo todas las administraciones. La inversión era increíble pero ahí están los resultados. Aquí nadie se pone de acuerdo pero debería y podría hacerse un proyecto de referencia que sea incluso espejo para que otras ciudades también se miren en nosotros
Fuente: Málaga Hoy.