La lealtad institucional, como se encarga de proclamar el primer edil en reiteradas ocasiones en sus peleas con la Junta, es fundamental. Sin embargo, el regidor ha roto su palabra ahora. Y además provoca sonrojo escucharlo cuando dice que fue el puerto el que presentó la petición de cambios en el plan. Pues claro, porque es Linde el que formalmente tiene que hacer el trámite en Urbanismo. El cuento no cuela. A no ser que haya un ataque colectivo de amnesia, todos recordamos al Ayuntamiento y al Puerto defendiendo en una comparecencia pública conjunta la oportunidad que suponía elevar la altura del edificio para atraer a Unicaja. El proyecto es criticable, por supuesto. Y si efectivamente hay una mayoría ciudadana que quiere paralizarlo quizá haya que hacerlo. Pero a su debido tiempo. No dejando a los pies de los caballos a tu compañero de viaje. Lo normal es que se esperara al periodo de alegaciones para escuchar las posiciones de unos y otros y, después, tumbar el proyecto si así se decide tras, como mínimo, escuchar al Puerto. Rectificar es de sabios, pero a su debido tiempo, sin dejar cadáveres en el camino.
Dario Sur.