En la calle El Palustre se encuentra el único espacio infantil público del citado espacio urbano donde los niños pueden jugar. Es pequeño, tiene pocos columpios, está lleno de grafitis (un problema endémico de la ciudad), su piso está deteriorado, pero los más pequeños, al menos, pueden jugar. Anexo a esta instalación hay una cancha de baloncesto, pero ahí los mayores no pueden hacer deporte, sólo hay una canasta, pero rota.
La situación de las instalaciones del Camino de San Antón y de Las Cuevas es peor, una tiene sus columpios rotos y la otra ni los tiene, aunque vecinos de la zona dicen que antes sí existían. La primera de estas zonas, según Antonio Serrano, de Izquierda Unida, tiene 7.770 metros cuadrados. Teresa Porras, concejal de Parques y Jardines, explica que es una zona Peri Urbana pero que está limpia. Ciertamente lo está, pero no tiene iluminación y presenta varios sumideros rotos donde alguien puede caerse. "Está desaprovechado", lamenta Serrano. El parquecillo de la zona alta de Las Cuevas, por su parte, se ha convertido en un simple aliviadero de perros. Los niños ya no juegan en él.