INMA ALJARO. MÁLAGA La llegada de turistas y de las vacaciones aumenta todos los años la demanda del típico ´pescaíto frito´ y la tradición, tan arraigada como perjudicial -en este caso-, convence a algunos de que cuanto más pequeños, mejor. Afortunadamente, sobre todo para la conservación y desarrollo de las especies marinas, la racionalidad y las campañas de concienciación parecen estar haciendo efecto y, a falta de los datos de agosto, el balance de los primeros meses del año pinta optimista.
La cantidad de pescado inmaduro decomisado ha descendido en relación al mismo periodo de 2007 pese a que el número de inspecciones realizadas ha aumentado considerablemente. Según los datos facilitados por la Delegación provincial de Agricultura y Pesca, en los primeros siete meses del año se han intervenido 7.311 kilos de pescado y marisco no desarrollado durante las 3.493 inspecciones efectuadas. La cantidad sigue siendo alta, pero es ligeramente inferior a la del primer semestre de 2007, cuando ascendió a 10.832 kilos y menos de la mitad de lo intervenido durante los mismos meses de 2006 (18.424 kilos).
Infracciones. Los inspectores levantaron en total 395 actas, 185 de ellas con infracción, la mayoría (117) relacionada con la talla del pescado comercializado. Del total decomisado, 4.374 kilos son de pescado, y 2.937 de marisco, y casi el 90% (6.006) fue intervenido en Mercamálaga. "Esto significa que la mayor parte del pescado inmaduro que se consume en nuestras pescaderías y restaurantes, procede de otros caladeros", explica la jefa del servicio de Desarrollo Pesquero de la Delegación, Elvira Frápolli. La especie capturada ilegalmente con más frecuencia ha sido el boquerón (3.535 kilos), "por ser el más demandado por la población, aunque el que llega a las mesas no es el boquerón malagueño, sino proveniente de Cádiz o de Italia", seguido de las chirlas (1.627) y la concha fina (747).
Pese a que su pesca fue vedada de manera indefinida en 1988, todavía también se siguen localizando partidas de los conocidos chanquetes (´Aphia Minuta´) que aún se sirven en algunos restaurantes camuflados con la denominación del ´chanquete chino o de criadero´. En los primeros meses del año las autoridades localizaron 456 kilos del auténtico chanquete.